Tailandia

Tailandia. Accidente de avión y paraísos del sur

Volvimos de Camboya y pensábamos ir ese mismo día de Bangkok a Phuket (sur de Tailandia) en avión. Peeeero resultó que el anterior vuelo se había estrellado en Phuket y nos lo retrasaron hasta el día siguiente. En el avión teníamos mucho miedo, no podíamos parar de pensarlo. Siempre ves los accidentes de avión en la TV como algo que nunca le pasa a uno mismo, pero ¿por qué se accidentó un avión con el mismo recorrido que el nuestro y el mismo día? Me podrían haber vendido ese mismo vuelo pero tuve la suerte de que me vendieron el siguiente… ¿cosas del destino?

Con aquella rallada nos fuimos a un hotel cerca del aeropuerto para coger al día siguiente el avión a Phuket (con un par!) había mas gente en la situación, como dos alemanes puteros con los que me dediqué a beber una cerveza tras otra hasta que me fui a la cama dándome con las paredes.

Afortunadamente todo salió bien y una vez en el avión, la tensión se respiraba en el ambiente de la máquina (hasta había gente rezando).


Esa noche en Phuket salí sola por Bangla Road y unos alemanes (no los del hotel, sino otros que me adoptaron) me llevaron a una discoteca en el que sólo había cientos de prostitutas, chicos occidentales y… yo. Curiosa situación. Cuando vuelva prescinciré de Phuket, porque no hubo nada que me interesara.
Al día siguiente cogimos un barco a Phi Phi Don. La isla es una maravilla, es la isla del buen rollo. Por el día me iba a las playas y hablar con los nativos que son rastafaris con muchos tatuajes y muy simpáticos. Me contaban como vivieron el Tsunami que arrasó la costa de Andamán y me enseñaban a hacer trucos con las cariocas en la playa. La isla es como un puntito en el mar en donde se junta gente de todo el mundo: conocí viajeros de Filipinas, Argentina, Italia, EEUU, Canadá, Noruega, incluso uno de Martinica. Además por la noche siempre hay fiesta. En Apache bar vimos espectáculos de fuego y puedes bailar a lo loco con más turistas y ponerte mao-mao (borracho en tailandés) y en Carlitos bar me tomé unas cervezas en mesitas en la playa con unos submarinistas. Buen ambiente.

El segundo día cogimos una excursión por 500 Thb (unos 10 €) que se llama Sunset en el que te llevan a Monkey Beach (donde hay muchos monos cabroncetes), a hacer snorkel y kajac por Phe Phe Lee en donde vimos preciosos peces y paisajes y una comunidad de gente que vive en una cueva. También nos llevaron a Maya Beach, la playa en donde se rodó la película La Playa. Por último, cena en el catamarán viendo la preciosa puesta de sol.

Noche festiva pensando en las pocas ganas que tenía de irme, me hubiera quedado una buena temporada, la verdad, hasta me ofrecieron quedarme como camarera. Pero me acordé de que allá lejos, hay una carrera universitaria que terminar…

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