Ile de Ré (La Isla de Ré), Francia
Dejando atrás a la bella La Rochelle nos dirigimos a la primera de las tres islas que visitaría en mi viaje por la costa atlántica de Francia; la Isla de Ré (Ile de Ré). En cuanto se cruza el puente uno se da cuenta de que se ha llegado a una isla muy llana; su punto más alto se encuentra a sólo 19 metros de altura y su territorio dispone de 100km de pistas para bicicleta. Un buen lugar no sólo para pedalear, sino también para hacer una bonita excursión en segway. Súmale a esto el estilo propio de la isla a base de casas blancas, postigos verdes, azules o grises, tejados de teja roja y malvarrosas que surgen entre las baldosas de las aceras y entenderás por qué ha sido escogida en ocasiones por ilustres veraneantes como Johnny Depp y Vanessa Paradis.
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Un recorrido por Ile de Ré
Los primeros habitantes que conocimos en la Isla de Ré fueron los burros con pantalones, todo un símbolo de la isla y de cuya figura se venden souvenires de lo más variopinto. Aunque nosotros los vimos “desnudos”, llama la atención el pelaje largo y rizado –o incluso con rastas- de la raza del borrico del Poitou. Está en peligro de extinción: en el mundo existen sólo 300 ejemplares, de los cuales 19 viven en esta isla, pero no sólo han estado protegidos actualmente. En 1860, para evitar que su asno se viera afectado por las enfermedades causadas por las picaduras de insectos, un habitante de la Isla de Ré tuvo la idea de fabricar protecciones para las patas de delante y de detrás con telas de colchón a rayas. Aunque ya casi se ha abandonado el trabajo en las salinas o en el campo, los burros perpetúan la tradición llevando los pantalones.
Acto seguido hicimos una vista a las Salinas y su Ecomuseo, lugar en el que los salineros recogen su oro blanco. En una superficie de 450 hectáreas, siguen con una tradición que data de varios siglos: el agua del mar pasa un tiempo en estanques de arcilla poco profundo en donde se produce un proceso natural de evaporación gracias al sol y al viento. Así es como cada salinero recoge cada dos días 40 kilos de sal y un kilo de la llamada flor de sal, una sal Gourmet que tiene una mezcla entre un sabor sutil a violetas y un delicado olor marino.
Aunque la isla de Ré sea extremadamente llana, podemos obtener una vista aérea si subimos los 257 peldaños de la escalera de caracol del Faro de las Ballenas –nos engañaron para subir diciendo que arriba había acceso a wifi-. El pueblo de Saint Clement des Baleines debe su nombre, cómo no, a las ballenas pues durante el periodo de migraciones, algunas se quedaban varadas en un banco de arena en la punta noroeste de la isla. El faro es uno de los más altos de Francia así como el monumento más visitado de Ré. Merece hacer un esfuerzo que es recompensado con unas vistas espectaculares en las que, entre otras cosas, se divisa la larga playa de la Conche bordeada de dunas con vegetación en donde se rodaron escenas de desembarco de la película “El día más largo”.
Al día siguiente nos levantamos con energías para recorrer la isla de la manera más divertida, en segway y conocer las diferentes facetas de la isla como los bosques, las marismas y los vestigios históricos. Comenzamos la ruta en las fortificaciones de Vauban en saint Martin de Ré que se incluyen en la lista del patrimonio mundial por la Unesco. A finales del siglo XVII, las amenazas de corsarios británicos y holandeses obligaron a Luis XIV a confiar la defensa de la isla de Ré a su mejor ingeniero: Vauban, comisario general de las fortificaciones del reino. Tenían varios objetivos con este proyecto: defender el nuevo puerto de guerra de Rochefort y el puerto comercial de La Rochelle, vigilar la población protestante local y proteger “el oro blanco”.
Seguimos por la costa pasando por algunas manufacturas de ostras (el otro producto estrella de la Isla de Ré). Nos adentramos en la naturaleza descubriendo –además del aguante que tienen los segway- la belleza natural de la isla. También pasamos por pueblecitos de callejones encantadores y floridos como Ars en Ré y su bicolor campanario que figura en la lista de los pueblos más bonitos de Francia. Terminamos en el puerto de Saint Martin de Ré, la capital de la isla y un lugar muy animado con terrazas, mercadillos callejeros y heladerías con sabores para todos los públicos y otros más atrevidos como el helado de ostras y el de caviar.
Dónde dormir: Hotel Le Vieux Grèement***
Dónde comer bien: Le Grenier à Sel
Dónde contratar un tour guiado en Segway: escribir a Fréderic Roussaux a iledere(a)mobilboard.com
He conocido la misma existencia de la isla por el cogñac, pero nadie habla de él. Raro no?
Gracias Inés por tu crónica, en septiembre tengo previsto visitar la isla, una vez pase la avalancha veraniega.
Mientras tanto sigo disfrutando de Hendaia y su maravillosa playa.
Un saludo cordial.
Hace ya unos días estuvimos en Île de Ré, allí fue también donde se rodó la serie de Coeur Océan, y era un sueño para mi poder llegar a esta pequeña isla! En pocos días ya habíamos recorrido gran parte de la isla, es un lugar fantástico ideal si buscas tranquilidad y a la vez practicar diversas actividades.. es todo precioso lleno de magia, un sitio sin duda fabuloso, sobran las palabras.. totalmente recomendado! Salu2!
Qué bonitos recuerdos me trae tu post. Hace años estuvimos por ahí, pero la isla estaba más tranquila y con menos tiendas, restaurantes, etc. Me encanta tu dibujo o acuarela. Felicidades por tu blog, que sigo teniendo entre mis favoritos. Un cordial saludo. Alfonso.
Muy chulas las fotos Inés!!
Y a mi los burros «alternativos» de Ré me han gustado…Son muy bonicos, jeje. Aunque alguno tenía cara de pena y decía con la mirada
-¿Algún alma caritativa con unas tijeras?- 😉
Los borricos tienen siempre esa carita de pena que les hace tan entrañables… pero en este caso igual tienes razón y es que de verdad están pidiendo ayuda capilar :p
Los burros son feos, pero entrañables
Es un lugar precioso, tranquilo y con muchas cosas que hacer. Buen post!
Gracias Pau, tú estuviste hace poco con el peque, ¿no?
Será una seña de identidad….. pero que feos son los burros.
Me han gustado mucho las fotos… menos la de «Vacaciones en el mar»
Pobres burritos, que no te han hecho nada 😛
Paco, muchas gracias. Intento mejorar con las fotos poco a poco 🙂
He subido un par más aquí: https://www.facebook.com/media/set/?set=a.420709201308346.91905.131262166919719&type=1
Lo dicho, gracias por tus palabras!
Quiero decir que el reportaje fotógráfico es de un nivel muy alto.¡Felicidades!
Estupendo reportaje Inés. Además, cada vez tus fotos son mejores.