Ver Malta en cinco días

Escrito por Inés
12 de agosto de 2015 7 comentarios

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Malta en cinco días

Qué ver en Malta, porque lo bueno viene en frasco pequeño

Por desgracia Malta es conocida por ser el lugar al que acuden cientos de jóvenes españoles a hacer de todo menos aprender inglés. Pero lo cierto es que este minúsculo país que parece anclado en el pasado tiene muchísimo que ofrecer y siempre supera las expectativas del viajero: preciosos pueblos amurallados, playas perfectas, rica gastronomía, buena marcha nocturna, impresionantes acantilados y uno de los mejores legados prehistóricos del planeta. Un lugar ideal para recorrer en unos cinco días bajo el sol o una semana si decide uno relajarse en las playas de aguas turquesas de Comino, una isla cuyos habitantes se cuentan con los dedos de una mano.

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Malta en cinco días

 Cómo ver Malta en cinco días

Mezcla de culturas británica, italiana y árabe

Malta se encuentra en un lugar estratégico en el Mediterráneo y estuvo en poder de fenicios, griegos, cartagineses, romanos, bizantinos, aragoneses, árabes y de la Orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén que la gobernaron durante siglos. A mediados del siglo XVI hubo un intento fallido por parte de los turcos de invadir el territorio por lo que se construyeron las diversas fortificaciones que hay en las islas maltesas. En 1800 Malta se convirtió en una colonia británica y en los años 60 se independizó. Desde 2004 pertenece a la Unión Europea.

Hoy es un lugar único por la impronta de cada una de esas civilizaciones: comen pizza y pasta italiana, hablan inglés y un idioma derivado del árabe –el maltés-, la religión cristiana está tan arraigada que hay una densidad enorme de iglesias, el divorcio está permitido desde hace sólo unos años y las embarcaciones típicas de pesca –luzzus- se engalana con inscripciones del ojo de Osiris, el dios egipcio encargado de mantener los espíritus malignos alejados.

Malta en cinco días: La isla de Gozo

Tres lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco

Es muy difícil que en un territorio más pequeño que Ibiza existan tres lugares Patrimonio de la Humanidad. Pues bien, esto es posible en Malta:

–La ciudad de La Valeta: espectacular ciudad peatonal que casi no ha sufrido modificaciones desde que los caballeros la abandonaran en 1798. La Valeta está rodeada de murallas fortificadas y grandes monumentos que la convierten en una de las áreas históricas más densas del mundo: iglesias y palacios, jardines y plazas que conservan casi del todo sus características originales. Te quedarás boquiabierto ante las vistas que el mirador Upper Barraca ofrece de la ciudad fortificada de Vittoriosa e Isla.

Malta en cinco días: cocatedral St. Johns

–Hipogeo de Hal Saflieni: el único templo prehistórico subterráneo que se conoce hoy en día fue descubierto accidentalmente en 1902 por un cantero que estaba colocando los cimientos para unas edificaciones. Tiene tres plantas que pueden visitarse si se reserva con antelación en Heritage Malta pues está tan protegido que sólo pueden entrar 80 personas al día, pero merece la pena intentarlo y dejarse sorprender por estas cámaras construidas únicamente con herramientas de sílex y otras piedras. Lo encontraron lleno de huesos humanos, lo que evidencia que se trataba de una necrópolis. También aparecieron otros hallazgos arqueológicos, como la escultura “La durmiente”, expuesta ahora en el Museo Arqueológico de Malta.

–Templos megalíticos de Malta y Gozo: todos ellos datan del tercer milenio antes de Cristo, por tanto unos de los monumentos en pie más antiguos del mundo. Llama la atención que se encuentren en una isla tan remota y que estén tan bien conservados a pesar de los limitados recursos de que dispusieron sus constructores. Destacan los templos de Hagar Qim, Mnajdra, Skorba y Tarxien en Malta y el de Ggantija en Gozo por sus gigantescas estructuras de la Edad de Bronce y su diversidad de formas y decorados.

Malta en cinco días: templos prehistóricos

El Hollywood del Mediterráneo

Malta ha servido de escenario para superproducciones históricas que necesitaban un lugar en el que poder rodar escenas que evocaran tiempos de romanos, pueblos que parecieran de otro siglo y con tarifas más económicas que otros set de rodaje. El Conde de Montecristo y El expreso de Medianoche fueron rodadas en Mdina, la primera capital de Malta durante la época de los Caballeros de Malta, que fue también un asentamiento de colonos de la Roma Imperial.

Se la conoce también como la ciudad silenciosa y es por la noche cuando se entiende la razón de este sobrenombre. Troya, Gladiator y World War Z también fueron rodadas en esta isla mediterránea, por no hablar de Juego de Tronos. Alejandro Amenábar utilizó diversas partes de la isla, incluido el pueblo de Marsaxlokk, una fotogénica localidad de barcos de pescadores de obligada visita, para los exteriores de su Ágora. Menos conocido es que Popeye, la fracasada película de Robin Williams, no sólo se rodó en Malta, sino que se recreó un pueblo pesquero de vivos colores para ello que hoy puede visitarse.

Malta en cinco días: Marsaxlokk

Todo son facilidades

La isla de Malta está bien conectada con las cercanas isla de Comino y de Gozo mediante ferrys, del mismo modo que acudiendo a la plaza Neptuno de La Valeta puedes tomar cualquiera de los buses que conectan todos los puntos de la isla, así que no hay manera de perderse.

Al haber estado bajo domino británico, todos los carteles están en inglés y sus simpáticos habitantes hablan la lengua de Shakespeare de manera muy clara y además se esfuerzan por entenderte. Los precios tanto en transporte como en alojamiento están ligeramente más bajos que en el resto de Europa: es recomendable reservar el hotel u hostal en Sliema en vez de La Valeta, es más barato y además está bien conectado con la capital. La otra ventaja es que podrás volver caminando a la cama después de salir de marcha nocturna por el vecino barrio de Paceville. Respecto a la comida, se puede ahorrar comiendo en puestos callejeros; no te pierdas el timpana, macarrones al horno con huevo, carne y tomate; las mqaret, pastas fritas rellenas de dátiles especiados; el típico y delicioso pez emperador, o los pastizzi, pasteles de hojaldre y requesón. Por último, en Malta se utiliza el euro y sólo es necesario tener el D.N.I en vigor para entrar.

Pero la mayor ventaja es que Malta siempre está disponible para acogerte cuando quieras olvidarte del frío, no importa el mes del año: aquí el invierno apenas existe.

Malta en cinco días: Isla de Gozo

Vídeo de mi viaje a Malta

He estado tres veces en Malta y una de ellas fue en un crucero de Costa Cruceros, podéis ver el vídeo aquí (minuto 2:13):