NAMIBIA: EL JARDÍN DE ARENA (1ª PARTE)

Debemos estar a tres o cuatro de enero de 2008. La temperatura en el exterior es bastante fría y el Cierzo hace todo lo posible por impedir dar un paseo por las calles de Zaragoza. Recogidos en la cálida atmosfera del Black Horse, justo debajo de nuestras oficinas en la capital maña y, cervezas en mano, la conversación con mi amiga Isabel gira en torno a temas triviales… esas cosas de las que se hablan cuando uno no sabe muy bien de que hablar. Una mano se posa en mi hombro y al darme la vuelta, veo a mi jefe que me esta mirando. Los ojos le brillan. Le pasa algo.