Malta

MALTA en temporada baja


Participantes del viaje: Inés1, Inés2 y Esther (¡NEW!)
¿Por qué Malta en enero?

Eso son dos preguntas en una. Porque hay vuelos baratos con Ryanair desde Gerona, me intriga este país con influencias árabes, italianas e inglesas metidas en sólo 27×14 km; y porque me niego a visitarlo en verano.

En esto último estaba de acuerdo conmigo la primera persona que conocí en Malta. Se trata de Moisés, un español que vive en la isla y que nos encontramos en el bus del aeropuerto a La Valeta.

-¿Venís con una beca?

-No, simplemente de turismo.

-Entonces bien.

El joven nos contó que estaba harto de las hordas de adolescentes que llegan a Malta por culpa de Zapatero. Dice que Zapatero (recalca) da 50000 becas a chavales que van en busca de sexo, drogas y alcohol. Muchas veces ni van a clase. Teniendo en cuenta que en Malta son algo menos de 400 000 habitantes, debe ser bastante molesto; de hecho, en el hotel había un cartel con normas de comportamiento sólo en español.

Creo que si le hubiéramos contestado que veníamos por beca, no nos hubiera dirigido la palabra.
Nos contó algunas curiosidades como que Malta es un paraíso fiscal y que él apenas paga impuestos, que los autobuses son de la Segunda Guerra Mundial y que la gente cuida a los gatos callejeros dándoles de comer -por eso tienen buen aspecto-.

Me hicieron especialmente gracia estos medios de transporte. Cada conductor se lo decora a su manera que suele ser poniendo estampitas de Jesús, escribiendo mensajes motivadores como “Joe, you´re sexy”, fotos de sus parientas… El mejor, un conductor que decoraba su cabina con ¡una foto de un autobús! Claro que éste era de otra línea y podría ser que tuviera morriña. Por otra parte, el sistema de buses está muy bien. Todos los caminos llevan a La Valeta, así que es fácil llegar a cualquier parte; por ejemplo, para ir a Sliema, hay que tomar un bus que empiece por 4 (42, 46…) desde La Valeta. También les gusta a los malteses poner nombre a las casas, que se puede ver en una placa junto a la Virgen o al santo que suelen poner al lado de la puerta.

Llegamos al hostal Hibernia que había reservado. Pensaba que íbamos a compartir habitación con tres personas más pero como estaban pintando la habitación, nos adjudicaron un apartamento para tres por 6€ la noche cada una. Olé. Incluía habitación con tres camas, cuarto de baño, balcón, cocina, comedor, sábanas, toallas, etc.

Era sábado por la tarde y la gente se ve que saca a pasear sus Ferraris los fines de semana, que se cruzaban con los carros tirados por caballos.

Cenamos unos pastizzis (0,30€) –hojaldre relleno de queso freso- y compramos unas cervezas en uno de estos establecimientos de venta de alcohol con “STUDENT DISCOUNT”.

Tras haber caminado por Sliema y St. Julians (que se llega en un momentito) nos fuimos de fiesta a Paceville.
Atronadoras discotecas y chavales rebosantes de hormonas; me llamaron la atención los trajes regionales de los malteses y las maltesas de noche. Tras visitar varias discotecas pachangueras, encontramos un bar de rock en el que se estaba a gusto, el Coconut.

Al día siguiente intentamos ver Medina y Rabat. Fuimos hasta ahí y verlo, lo vimos, pero pasado por agua. Es de manual que en enero llueve a jarros, pero no me imaginé que fuera para tanto. Los paraguas del revés, lluvia hacia todas las direcciones, una ventolera que ríete del cierzo y como resultado, toda la ropa calada. Al final nos refugiamos en un restaurante de Rabat que parecía la gruta de un dragón. Intenté secar las botas en el hotel, pero el trapo que puse entre el soporte metálico y mis botas sobre el fogón quiso probar la autocombustión (también llamada biopirogénesis).

Apagamos el fuego y todo salió bien, pero me compré unas zapatillas “Converse falsas” por 6 € con regalo de un tazón de desayuno. Si es que estos malteses son muy majos y campechanos. En cuanto sacamos el mapa, se produce una competición a nuestro alrededor, a ver quién nos da más y mejor información. Cosa que viene bastante bien, porque las calles son un pelín enrevesadas y es normal perderse un día sin otro.Con los pies secos nos vamos a los templos de Tarxien (buses 8, 11, 12, 13, 27 y 427), que narro en la entrada “Caída en la Prehistoria”. La Valeta, capital de Malta, está rodeada por una gran fortificación. Los autobuses te dejan en la entrada a la ciudad, en la Fuente de Neptuno en donde se pueden comprar pequeñas delicias en los puestos de comida. Para que os hagáis una idea de lo pequeña que es La Valeta. En una ocasión nos compramos un Muffin (una magdalena grande con trozos de chocolate). Empezamos a comerla en la Fuente de Neptuno y la terminamos justo cuando llegamos caminando al extremo contrario de la ciudad, al Fuerte de San Elmo.

Aunque no tenga nada que ver, aquí me encontré con el arcoiris más grande que he visto nunca (el tiempo estaba bastante loco). Le hice un vídeo porque no cabe en la foto.

A la derecha del Fuerte de San Elmo, está el Malta Experience, que es un lugar en donde ponen una película de 45 minutos, disponible en diez idiomas, que trata sobre la historia de Malta. Precio: Adultos 8,15€, Estudiantes 5,82€ y Niños 4,07€.

Su historia es intensa porque la isla ha sido conquistada en muchas ocasiones, es su situación estratégica entre Turquía y Gibraltar lo que la ha hacho tan atractiva para el comercio marítimo. Más o menos lo que te cuenta es lo siguiente:
-La Prehistoria, que dejó grandes yacimientos y catacumbas en la isla, de las que se sabe poco a ciencia cierta.-600 a.C. Dominio cartaginés. 218 a.C. Malta es anexionada al imperio romano.

-500-870 Malta bajo el control del imperio bizancio. 870-1090 Dominio árabe.

-1090-1530. Coloniazada por europeos unos detrás de otros: normandos, franceses, alemanes y españoles –aragoneses-. 1530, Carlos V de España entrega las islas a los Caballeros Hospitalarios de la Orden de San Juan de Jerusalén. Pero aún no se les deja en paz a los tranquilos malteses.

-1565, Ataque de los turcos. La única vez que fueron los Malteses los ganadores. Se cree que se hicieron un lío entrando a la isla. En 1614 vuelven otra vez los turcos.

-1600, se construyen las fortificaciones y no vuelven a invadir los turcos.

-1798, invasión napoleónica. Saqueos. Los malteses piden ayuda a los británicos. 1800, invasión inglesa sin ninguna resistencia por parte de los isleños. Se convierte en una de las colonias británicas.

1914-1918, durante la Primera Guerra Mundial, Malta será conocida como “enfermera del mediterráneo”. 1939, La Segunda Guerra Mundial deja la isla bajo escombros, gran penuria. Sólo en abril de 1942 cayeron 6000 toneladas de bombas a la isla.

-1962, Malta se independiza. En 1998 entra en la Unión Europea y desde e 2008 utilizan el Euro.

Un paseo por La Valeta, una ciudad peatonal, de casas color ocre y santos de piedra en todas las esquinas. Nunca había estado en un lugar con un cristianismo tan arraigado.

Se necesitan unas buenas piernas para recorrerse la capital, casi todas las calles están en cuesta, incluso las hay con escaleras, nos dio tiempo para ver la Co-Catedral y museo de San Juan, la Catedral de San Pablo, el albergue de Aragón, Correos, un mercadillo en Triqíl-Mercanti (calle de los comerciantes), el albergue de Castilla y León, probar un capuchino en un elegante establecimiento de Republic Street y admirar las vistas desde los jardines Upper Barraca.

Desde aquí se ve el pueblo fortificado de la Vittoriosa (Buses 1, 2, 3 y 4) y desde La Valeta nos pareció precioso, por esa razón se nos ocurrió ir.

Las visitas más interesantes aquí son el Museo Marítimo, el paseo marítimo (lleno de yates y veleros) y el museo de la guerra. Nosotras fuimos al Casino di Venezia, que es el más antiguo de la isla. No es que me interesen especialmente los casinos, pero bueno, estaba ahí y ya que se puede entrar a algo sin pagar…

También fuimos a Gozo, una isla habitada al norte de Malta. Para ello hay que ir al puerto de Cirkewwa (bus 645), coger un barco (4€ i/v) hasta Mgarr en la isla de Gozo. Pero nuestro gozo se quedó en un pozo de Gozo porque nos hizo un tiempo de perros. Nos refugiamos en un bar viendo la televisión en italiano con subtítulos en árabe y nos dio tiempo a ver un poco de la capital, Victoria (Rabat). También compramos un periódico maltés. Casi todas las nosticias son internacionales, pero también hay un apartado de cartas al director, en el que se puede ver qué les preocupa a los malteses. Poca cosa, que si hay una palmera enferma en un paseo, que si a uno le han cobrado 6€ del banco; se ve que viven tranquilos.

Los autobuses que cogimos estaban llenos de polvo y a mí me dio mi habitual alergia a los ácaros. Tengo que cambiar de antihistamínico, porque el que tomo me hace pensar tontadas.Se me ocurrió que sería una idea estupenda colonizar Comino, que es la pequeña isla situada entre Malta y Gozo. Teniendo en cuenta que sólo tiene 4 habitantes, entre las tres no sería muy difícil. Pondría un anuncio en Internet para que viniera gente, después de proclamarnos como un país independiente que se sustenta en “el amor y el respeto”.“Buscamos gente apañá, porque en la isla no hay agua. Preferentemente músicos, ya que hay que componer el himno”.

Bueno, esa es la clase de cosas que piensa una cuando toma antialérgicos.Termino con un dibujo express de mi cuadernito de viajes.

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