El día que me teletransporté
Tras pasar por la bella Iasi, emprendí un viaje a través de la cordillera de los Cárpatos para llegar a Targu Mures. El camino estuvo lleno de curvas y servidora se mareó un poco. Pero no importa, el siguiente trayecto no iba a transcurrir por una carretera enrevesada, no. Es lo que tiene el teletransporte: te desintegras (tú y tu maleta) y en un santiamén te encuentras en otro lugar del mundo. Lo malo es que puede haber un porcentaje residual de partículas que no se reubiquen en su lugar original una vez llegado al destino. ¿Os imagináis una compañía de bajo coste que ofrezca un servicio de teleportación? Todo se andará. Habrá conversaciones de este tipo en el respectivo mostrador de información y reclamaciones.
—Señorita, quiero poner una reclamación. Aunque el ordenador señale que he llegado íntegro al destino, no estoy satisfecho pues algunas partículas se han reubicado en…
—Aquí dice que el 100% de José Abad (por entonces habrán desaparecido los apellidos que empiecen por M hacia adelante) ha alcanzado satisfactoriamente el destino.
—Ya, pero no tengo el mismo aspecto de antes, quiero decir que…
—Sólo permitimos reclamaciones de reubicaciones erróneas de partículas superiores al 5% del total del cuerpo y/o equipaje.
—Ya pero…
—Usted aceptó las condiciones generales de nuestros servicios, puede comprobarlo ahora mismo en su tarjeta de teleembarque.
—¡¡¡(piii), que desde que he salido de la (piii) cabina tengo el (piii) en la punta del (piii)!!!
—Lo siento, ahí no podemos hacer nada, usted aceptó nuestras normativas, se lo puedo demostrar. Muchas gracias y no dude en contactar de nuevo con nuestros servicios.
Todo esto viene a que aquel día de verano, un 2 de agosto de 2010 estuve a las 18.45 en Targu Mures y en Budapest, ciudades que distan 564km.
Wizzair aún no opera con el servicio de teleportación pero tiene vuelos que duran una hora y que se desplazan al oeste un sólo huso horario.
De ese modo es posible estar a la misma hora del mismo día en dos países diferentes. En este caso, Hungría y Rumanía.
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Las fotos y el relato que haces del viaje son muy bonitos, me ha encantado leerte y sin lugar a dudas seguiré tus relatos a partir de ahora. A mi también me gusta escribir sobre mis viajes y me alegro de encontrar gente que relate sus experiencias con la calidad que lo haces. Si quieres pasar por mis relatos de mis experiencias por Transilvania, puedes seguirlas en viajarportransilvania. com , sin más, decirte que gracias por brindarme esta bonita lectura. Un saludo y nos vemos por el mundo.
Jaja,estás que te sales Inés. A ver si yo también me teletransporto pronto, que falta me hace….
Un saludo.
Muy bueno Inés. Tal y como lo cuentas hasta me lo he creído. Desde luego que como la teletransportación existiera algún día no me extrañaría que tuviéramos esos problemas. Muy divertido.
Saludos!
Mil perdones, ¡una viajera documentada vale por 100! Buen escarmiento para mí, por no haber consultado la gran wikipedia 😀
Saludos
Jajaja, muy buena la entrada. A mi me pasó lo mismo con Madrid y Oporto pero la compañía era Ryanair asique imagino que el porcentaje de partículas sería mayor, jeje
Genial entrada Ines, es una zona que como te he comentado varias veces quiero visitar algun dia, este tipo de ciudades centro europeas me encantan
un fuerte abrazo
muy bueno lo del teletransporte…estás en una de mis cuidades favoritas del mundo: Budapest. Te recomiendo que vayas al Marxim un bar muy peculiar, tras el parque Millenium. disfruta mucho!
Pero no eres la primera que me lo comenta 😉
Hola cayetana. Creo que se escribe con H. Al menos así lo dice wikipedia y la RAE
Muy divertido. Sólo una pega de filóloga tiquismiquis: quítale esa "h" al "huso horario" 😉
Se escribe «huso», tienes un error al respecto…. Saludos desde la bella Bucovina.