7 cosas malas de viajar que nadie te cuenta (¡y cómo superarlas!)
Cosas malas de viajar 😉
Las 7 cosas malas de viajar que nadie te cuenta (¡y cómo superarlas!)
Tenemos la obligación moral de empezar este post diciendo que para nosotros viajar es nuestra escuela, nuestra pasión y nuestra forma de vida.
Al igual que para Inés, para nosotros viajar es algo que no se puede comparar con nada. Si te apasiona tanto viajar como a nosotros entenderás si decimos que viajando:
- Sientes la sensación de felicidad cada día
- Te conoces a ti mismo como de ninguna otra forma
- Vives cada momento como si no hubiera un mañana
- Aprendes a entender otras culturas
- El concepto “respeto” se apodera de ti
- Te acostumbras a vivir con lo necesario
- Tus valores crecen, crecen y… siguen creciendo
- Convives en entornos que jamás pensaste que podrías vivir
- Te superas a ti mismo cada día
- Sientes la necesidad de ayudar a los demás
- Quieres que se pare el tiempo
- Te das cuenta que vivimos en un planeta maravilloso
- Se agudiza tu ingenio muchísimo
- Valoras hasta los detalles más insignificantes
¡Podríamos estar así horas! Hemos dejado claro cual es nuestra fuente de vida ¿verdad?
A pesar de las infinitas cosas buenas que aporta viajar, de los momentos inolvidables que vives y de los preciosos recuerdos que guardarás para siempre existen algunos pequeños detalles “no tan buenos”, que por lo general, nunca nadie te cuenta.
Creemos que antes de hacer un gran viaje es importante conocer los pros y los contras.
Las cosas buenas ya las sabes o ya te las han contado pero… ¿y las malas? ¡Seguramente no! Por este motivo te hemos seleccionado estas 7 cosas “no tan buenas” de viajar. ¡Pero tranquil0, te traemos consejos para plantarles cara!
Son situaciones más o menos habituales (quizás ya has vivido alguna), así que si en tu próximo viaje te acabas encontrando en alguna de ellas, te acordarás de este post y no te quedará más remedio que reírte. ¡Hay que tomárselo con buen humor!
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Cosas malas de viajar que nunca te cuentan
1. Las veces que tu estómago te hace sudar la gota gorda
No existe un gran viaje que se tercie sin problemas de estómago.
Una de las mejores cosas de viajar es el poder tener la oportunidad de probar mil comidas diferentes y conocer así la gastronomía de cada país al que vas.
¡No dejes de hacerlo! Tus papilas gustativas te lo agradecerán porque cada país tiene sus platos típicos y todos suelen estar buenísimos.
El problema viene porque nuestros estómagos no están acostumbrados a todo de comida y a la que haces un cambio radical y le introduces otro tipo de alimentos… reza por tener un baño cerca y lleva siempre un rollo de papel contigo.
Estos arrebatos de necesidad por encontrar un baño te llegarán sin previo aviso. Ya puedes estar caminando por la calle, sentado en un banco o tumbado en la playa. En medio de una fiesta, dentro de un autobús o en pleno desierto… Murphy dice que te cogerá totalmente por sorpresa.
Si tienes suerte será un simple apretón y con una sola visita al “señor Roca” será suficiente. Lo peor que te puede pasar, es que algo te haya sentado realmente mal y tengas estos problemas de estómago, durante un par o tres de días, cada vez que comas algo. No pasa nada… ¡forma parte de la aventura!
Sobre el tipo de WC que te puedes llegar a encontrar podemos hacer un solo post, así que no entraremos en detalle, pero prepárate para encontrarte desde los mejores baños hasta lugares en los que no querrás ni respirar.
¿Cómo superarlo?
–Más vale prevenir que curar, así que ya sabes: bebe agua embotellada, cuidado con los vegetales crudos (ensaladas), opta por alimentos bien cocinados… ¡y no abuses del picante!
-Los primeros días del viaje no comas siempre en la calle. ¡El estómago necesita un tiempo de adaptación! Si las comidas son variadas tienes menos probabilidades de enfermarte.
-Si ya es demasiado tarde… come arroz, plátano, y bebe muchísima agua.
2. Compartir dormitorio con gente que ronca muy fuerte, se tira pedos y le huelen fatal los pies
¡Bienvenido al maravilloso mundo de los hostels con habitaciones compartidas!
Alojarte en hostels cuando estás viajando es una de las mejores opciones. Ya no sólo porque suele ser la opción más económica, si no también porque es la mejor forma de conocer a otros viajeros, de interactuar con gente de todas partes del mundo, de asistir a alguna fiestecilla que otra y de compartir habitación hasta con 20 personas más cosa que seguramente no hayas hecho nunca.
Es muy divertido sí, pero una vez más hay pequeños detalles que a menudo se pasan por alto y que pueden llegar a molestarte bastante (según el día).
Si crees que has escuchado ronquidos fuertes… ¡no subestimes el poder de las fosas nasales de muchos de los viajeros con los que te vas a encontrar!
Hemos llegado a grabar audios para luego enviar a la familia y amigos para que pudieran creernos. Es alucinante como se puede llegar a roncar tan fuerte y que tú mismo no te despiertes del mega ruido que estás haciendo.
Otro punto “divertido” es el tema de los olores. Es inevitable que en dormitorios dónde duerme tanta gente acabe oliendo fatal… ropa sucia, calzado oloroso, duchas escasas y flatulencias varias.
Compartiendo habitación en hostels te das cuenta que eres más ordenado y limpio de lo que pensabas y aprendes a ser más tolerante ¡porque no te queda otra!
¿Cómo superarlo?
-El kit antifaz+tapones para los oídos es la mejor inversión para superar las incomodidades de compartir habitación. ¡Va de cine!
-No tenemos solución para los olores, pero te diremos que a más camas, menos higiene. Y si haces un viaje largo, reservar una habitación privada es un lujo “necesario” de vez en cuando. Te lo has ganado.
3. Las horas y horas de espera que pasarás en los aeropuertos
Hemos intentado coger lo menos vuelos posibles porque nos gusta viajar por tierra, ser conscientes de la cantidad de kilómetros que estamos recorriendo y valorar más las distancias.
A pesar de esto, en una vuelta al mundo es imposible no coger aviones. Para cruzar ambos océanos y para llegar a determinadas islas, lo hemos hecho en avión.
Ya sabes de sobra todo lo que implica coger un vuelo. Las horas antes que tienes que estar en el aeropuerto, los controles de seguridad que tienes que pasar, el límite de kilos que puedes llevar en tu equipaje… ¡es todo un mundo!
Si a todo esto le sumas los retrasos, las cancelaciones y las escalas… pueden ser muchas las horas que vas estar esperando y esperando en aeropuertos.
Si tienes una escala de ocho o nueve horas y es justo por la noche, seguramente hagas como nosotros y decidas pasar la noche en el aeropuerto. De éste modo te ahorrarás una noche de alojamiento y no te arriesgarás a perder el vuelo de primera hora de la mañana.
¿Cómo superarlo?
-Hoy en día la mayoría de aeropuertos están preparadísimos para que te puedas quedar a vivir allí si quieres. Tienes todo tipo de restaurantes y tiendas. Zonas con wifi y enchufes para cargar tus dispositivos, aseos más que limpios, ¡y sofás que hasta te hacen masajes y todo!
-Así que ya sabes… ¡Tómatelo con filosofía! Intenta invertir estas horas de espera en leer, escribir, dormir, comer, pasear, jugar a las cartas o ver alguna película en el ordenador (¡esto es lo mejor!).
4. Traslados de un lugar a otro con agencias
Nosotros intentamos viajar en trasporte público “local” siempre que sea posible.
A menudo como existen destinos o rutas que sólo hacen los turistas, nos vemos obligados a contratar el transporte con alguna agencia. Odiamos tener que hacerlo, pero a veces no hay otras alternativas y la comodidad nos vence.
Estas estupendas agencias te venden su itinerario pero no te dicen del todo la verdad. Nunca te dicen…
- Que vas a tener que cambiar de autobús dos o tres veces (e incluso más). Si te han avisado previamente en la agencia ya te lo esperas, no pasa nada. Pero si vas con la idea de no bajar de ese autobús hasta llegar a tu destino… ¡controla tu cabreo! Además, algunos de estos cambios serán a mitad de la noche así que ves mentalizándote.
- Que entre un autobús y otro deberás esperar más de dos horas. Puede que tengas suerte y el cambio sea rápido pero no siempre será así. A nosotros nos han llegado a dejar tirados, ni siquiera sabíamos dónde estábamos, y el siguiente autobús llegó 4 horas más tarde.
- Que el viaje en lugar de durar 10 horas, durará 15 horas. Esto tenlo siempre en cuenta, sobretodo en Asia. Nunca vas a llegar a tu destino a la hora prevista. ¡Vigila sobretodo si tienes que tomar un vuelo porque podrías perderlo!
- Que en lugar de parar a una hora razonable para que comas o cenes, el conductor solo parará cuando él crea oportuno. Esto no siempre es así, ¡pero a nosotros nos han llegado a despertar a las 2 de la madrugada para bajar a cenar!
- Que aunque hagas un largo recorrido algunos autobuses no tienen WC incorporado así que siempre que se haga alguna parada, aprovecha y ves al baño porque no sabes cuando tendrás la próxima oportunidad. En Bolivia era habitual pedirle al conductor que parara para hacer tus necesidades detrás de un arbusto.
- Que te vas a ir encontrando todas estas situaciones sin que nadie te dé ninguna explicación de nada. Te sentirás un poco borrego porque irás siguiendo a las personas que van en tu mismo autobús sin saber que está pasando. Da bastante rabia.
- Y sobretodo… que van a poner el aire acondicionado a toda pastilla. No vas a poder dormir nada porque te vas a estar muriendo de frío. Verás que todos los pasajeros están sufriendo igual que tú… ¡pero nadie se queja! Seguimos sin entender porque ponen el aire tan fuerte en todos los autobuses del mundo. ¿Alguien nos lo puede explicar?
Según el país en el que estés, todo estos aspectos, que a la agencia se le “olvida” comentarte, son más comunes o menos. Pero es importante que los sepas para que no te pillen por sorpresa.
¿Cómo superarlo?
–Infórmate bien de las agencias, leyendo blogs de otros viajeros u opiniones en portales como Tripadvisor.
-En un viaje nocturno, gástate un poco más y elige un bus cómodo para poder descansar bien. ¡Y no olvides de subir con el saco de dormir y los calcetines! 😉
-Si el itinerario es largo, es muy probable que haya cambios de bus. Si estás mentalmente preparado todo será mucho más llevadero. ¡Anima esa cara que estás viajando!
5. En muchos países, la poca seguridad que te da la policía
A menudo muchos entonan el “mucha policía, poca diversión”, pero la verdad es que no aprecian lo que tienen. Si supieran cómo funcionan las cosas en otros países…
En teoría, estés donde estés, si sabes que hay policía cerca sientes una cierta tranquilidad porque sabes que de algún modo ellos están allí para protegerte o como mínimo para poner orden en caso de necesidad.
En muchos lugares no hemos tenido esta sensación. Todo lo contrario. ¡Que estuviera la policía cerca te daba más miedo que otra cosa!
Por desgracia en concepto de “policías corruptos” es más común de lo que debería ser, aunque quizás la culpa también sea de los bajísimos sueldos que tienen.
En muchos países es mejor que no tengas ningún problema en el que puedas necesitar a la policía porque entonces tendrás un problema aún mayor. Es triste pero es así.
Además, a veces por el simple hecho de ser extranjero van a querer sacar partido de ello y te van a intentar sacar todo el dinero que puedan. Hemos escuchado miles de historias de este tipo.
A nosotros personalmente en Bali (Indonesia), nos paró la policía y nos querían llevar a comisaría porque no llevábamos casco. En parte tenían razón, pero al alquilar las motos no nos dieron y pensamos que no era obligatorio. Su frase fue:
“Si no queréis ir a comisaría nos pagáis aquí y ahora 100.000 rupias (al cambio eran 6 €) y damos el tema por zanjado”
6 € nos pareció una cantidad más que razonable para ahorrarnos tener que ir a comisaría y dios sabe qué… tuvimos suerte y no nos pidieron una cantidad desorbitada. La rabia la sientes porque sabes que si no hubiera sido por el casco hubiera sido por otra cosa, la cuestión era conseguir dinero de “los guiris de turno”.
En China nos timaron en una discoteca, donde los mafiosos que la regentaban querían que pagáramos por una puerta que supuestamente habíamos “arrancado de la pared”. No pudimos llamar a la policía porque los amigos que vivían allí y que estaban con nosotros nos decían que sería aún peor, porque seguro que también querrían sacar tajada.
Estos son ejemplos bastante lights de los problemillas que puedes tener con la policía en otros países. Nosotros por suerte sólo hemos vivido éstos pero existen viajeros que no han tenido la misma suerte que nosotros así que, ¡ve al loro!
¿Cómo superarlo?
-Si te para la policía, siempre muestra tu mejor sonrisa y evita enfadarte.
-¡No hables en inglés! Habla en tu idioma todo el rato y al final se agobiarán tanto de no entenderte que te dejarán marchar.
-Si ves que estás a su merced, diles que quieres hablar con la embajada de tu país. No es infalible pero a veces se acojonan.
-Si es poca cantidad, pasa por taquilla. Las cosas funcionan así en medio mundo y no las vas a poder cambiar ahora. ¡Paga y lárgate!
6. Las fobias a según que animales con las que vas a tener que aprender a convivir
Si eres valiente y te gusta la aventura seguro que durante tu viaje querrás conocer lugares salvajes y completamente diferentes a tu país de origen. ¡Está muy bien! A nosotros nos encanta vivir experiencias de todo tipo y los destinos más exóticos suelen ser los más intensos e inolvidables.
Eso sí, has de tener en cuenta que deberás aprender a convivir con animales a los que seguramente les tengas mucho miedo. ¡Es una terapia de choque! Al final, uno acaba superando sus propios miedos y puedes llegar a vivir en sitios en los que jamás te hubieras imaginado que podrías.
Lo más común es que aprendas a convivir con todo tipo de insectos y reptiles. Cucarachas, arañas, mosquitos, mantis, lagartos, serpientes, ciempiés venenosos… son algunos ejemplos de los animalitos con los que nosotros hemos convivido hasta ahora.
Dependerá mucho del país y del lugar en el que estés y sobretodo del tipo de alojamiento que tengas.
Nosotros hemos llegado a…
- Dormir en unas cabañas casi destrozadas y/o abandonadas en Uruguay.
- Dormir dentro de una mosquitera de tela atada de árbol a árbol en pleno Amazonas.
- Vivir dos meses en tienda de campaña en la jungla de Hawaii.
- Vivir en una playa de Tailandia, en una isla mega virgen, dónde dormíamos en unos bungalows de paja con agujeros por todas partes.
Por muy valiente que te creas que eres, no es fácil dormir o ir al baño a oscuras cuando sabes que todos estos entrañables animales te están observando. Podrás tenerles más o menos miedo, pero a nadie le gusta tener una serpiente o una tarántula cerca y menos cuando el pueblo más cercano está a más de tres horas en barco.
Debes tener claro que ¡somos nosotros los intrusos y que estamos invadiendo su terreno! Así que nada de matar animales porqué sí. Protégete y asústalos si es necesario. Si quieres que ellos te respeten a ti, empieza por hacer tú lo mismo.
¿Cómo superarlo?
-¡Mira donde pisas! Por la noche lleva siempre un frontal o una linterna (la del móvil sirve) para ver el camino y evitar posibles criaturas.
-Usa repelente de mosquitos, seguro que ahuyenta a otros bichos.
-¡Mira siempre el interior de tu calzado antes de meter los pies ahí!
–Revisa la mosquitera, las de los hostels suelen tener agujeros. ¡Y colócala bien!
-¡Lo que no te mata te hace más fuerte! Te acabarás sorprendiendo de ti mismo por tu capacidad de adaptación al medio y si pasas más de dos o tres noches en plena naturaleza te marcharás de allí sintiéndote un verdadero Frank de la Jungla ;).
7. Las infladas de precios que nos hacen por el simple hecho de ser turistas
Cuando estás viajando eres consciente de que en muchos lugares vas a pagar casi siempre más en todo que la gente local.
Por un lado, no nos parece mal. Hay países que sólo viven del turismo y aunque se aprovechan un poco demasiado, es normal que te pidan que pagues algo más que los propios lugareños.
El problema viene cuando te piden tres o cuatro veces más de lo que realmente vale algo (los taxistas son los que menos miramientos tienen a la hora de timarte).
Sabemos que hay muchos países en los que existe el fenómeno “regateo” y es necesario entrar en su juego para conseguir el mejor precio posible.
Desde un principio ellos te pedirán una cantidad de dinero exagerada. Dependerá de tus habilidades el que puedas conseguir un buen precio o no.
Esto dentro de sus límites está bien. Al final te conviertes en un crack del regateo y aunque ellos nunca van a perder dinero, si eres hábil, puedes llegar a comprar muy barato. De hecho no se trata de conseguir el precio mínimo, si no un precio que sea justo para los dos.
Es cierto que al menos a nosotros, nos acaba cansando tener que estar siempre peleando para conseguir un buen precio. Preferimos saber cuál es el precio que se debe pagar por algo y decidir nosotros mismos si lo queremos pagar o no.
Algo que daría para hablar en un post a parte es el tema de los “timos”. Por mucha experiencia que tengas, por mucho camino que lleves recorrido, por muchas historias que te hayan contado… ¡siempre te la acaban pegando! Y da muchísima rabia.
Pero al decir “infladas” de precios sólo por ser turistas, también nos referimos a los precios de las cosas que no son negociables. Precios de autobuses, tours, entradas a parques nacionales…
A menudo creen que todos los turistas somos ricos. ¡No tienen ni idea del modo “low cost” en el que viajamos algunos! Es bastante frustrante pagar por algo sabiendo que está totalmente sobrevalorado, sobretodo cuando estás intentando gastar lo menos posible para alargar tu viaje al máximo.
¿Cómo superarlo?
-¡Infórmate antes de llegar a tu destino! Los taxistas se aprovechan del desconocimiento para cobrarte de más, pero si tú sabes que sólo hay dos km hasta tu hostel, y el dueño de éste te ha dicho que un taxi vale X, ¡tienes el poder!
-Un buen recurso que utilizamos para saber el precio de los transportes es Wikitravel (en inglés hay más resultados).
-¡Pierde el miedo a regatear! Los tímidos gastan más 😉
-Invierte tiempo en comparar tours y pide opiniones a otros viajeros. Además, muchas veces puedes hacer las mismas actividades por tu cuenta y ahorrar una pasta.
Como puedes ver, viajando vivirás muchas situaciones que no van a ser maravillosas, pero ojo, no por este motivo quiere decir que no sean positivas.
De todas las experiencias siempre se aprende algo. Es importante encontrarte con ellas para saber cómo actuar en una situación similar futura. Enriquecen tus habilidades para saber solucionar todo tipo de problemas y llenan tu mochila de anécdotas e historias divertidas que explicar.
Hemos empezado este post diciéndote lo mucho que nos gusta viajar aún y con sus adversidades.
No permitas que nada estropee tu viaje. Intenta tomártelo todo con humor. No olvides que las situaciones complicadas, junto con todas las experiencias increíbles que vas a vivir, van a hacer que tu viaje sea tu mejor escuela en todos los sentidos.
¿Has vivido situaciones difíciles parecidas a las nuestras? ¿Tienes alguna anécdota de la que podamos aprender?
¡Ánimo, cuéntanosla! Comparte con nosotros tus aventuras, seguro que a nosotros se nos ha escapado alguna ;).
www.viviendoporelmundo.com Somos Ivan & Erika, dos viajeros empedernidos que aman vivir nuevas experiencias, aprender cosas nuevas todos los días y vivir la vida cómo la queremos vivir. Salimos de Barcelona en noviembre de 2014 y aún seguimos ¡sin fecha de vuelta! Contamos todas nuestras aventuras en el blog dando así nuestros mejores consejos a futuros viajeros.
Si quieres conocer de primera mano los mejores trucos para gastar menos posible y viajar durante más tiempo, descárgate el ebook “TÁCTICAS INFALIBLES para viajar SIN FECHA DE VUELTA” totalmente gratuito.
No es buena idea hablarle un idioma que no entiende a los policías. Lo van a entender como insulto y falta de respeto. Es mejor decirle mentiras indetectable y indirectamente para que se vayan
Añadiría también que viajar te hace también valorar mucho más a los seres queridos a los que no puedes ver durante el viaje. Muchas veces te encuentras con la necesidad de contar una vivencia del viaje a alguien querido y ansías como una loca llamarle para podérselo contar. Te demuestra cuan importantes son para tí esas personas que dejas de ver por unos días durante el viaje.
A no ser que te sigan en Instagram, como es mi caso XD
Totalmente de acuerdo con llevar la sonrisa puesta al estar de viaje, no olvidemos que la sonrisa es el camino más corto entre dos personas.
También añadiría el lema «Prefiero disculparme a pedir permiso» esto quizá no abra puertas, pero sí evitará que la demos por cerradas nosotros mismos.
También evitas así arrepentirte de lo que NO hiciste, que en mi opinión es peor que arrepentirse de lo que has hecho.
Saludos!
Gracias por todo , estoy siempre viajando parte de la gran aventura de viajar a cualquier destinos
Es un excelente relato,la verdad que es todos los viajes acurren cosas increibles, que parecen imposible de solucionar muchas veces. Excelente blogs.
muy bueno, me encanta.
Todos los viajes que merecen la pena tienen situaciones imprevistas por lo que hay que estar siempre atento.
¡Exacto Adela! todo forma parte de la gran aventura de viajar 🙂
¿Que sería de los viajes sin estas situaciones de las que luego nos reímos? jeje
¡Un abrazo!
Hola chicos, buenísimo el artículo jajaja a mí ya casi me a pasado todo lo que habéis escrito 😝😝. Pero bueno al fin y al cabo esas son las batallitas que cuentas al volver a casa y cuando recuerdas la experiencia hasta te hace gracia y todo.
Un saludo viajeros!! Aquí una con alma de aventurera 🙂
Hola Karolina!!!
¡Muchas gracias por tu comentario! Es verdad que las «cosas malas» que te pueden pasar viajando en realidad no son malas, son experiencias y anécdotas que luego recuerdas para siempre y además, te hacen reír y aprender muchísimo que es lo mejor.
Un fuerte abrazo y gracias de nuevo aventurera 😉
Me hicistéis reir y me recordastéis también algunos de esos momentos incómodos o chungos de un viaje (como mi kit de avión para dormir en buses o hostales).
Lo de llamar a la embajada suele fenomenar fenomenal con la policía corructa. Al final si es poco merece la pena pasar por caja, pero sobre todo lo importante es no temer y no creer sus amenazas. Cosa rara que te lleven a la comisaría, les da mucho trabajo y ya no sacan tanta tajada. Lo de la llamada a la embajada sobre todo si no te entienden lo que dices y les pides su número de placa mientras hablas, funciona de vicio 😉
Un abrazo!
¡Hola Andrea, que ilusión verte por aquí :)!
Nos apuntamos de lo pedir el número de placa mientras llamamos a la embajada ¡que bueno! jeje ;).
Nos alegramos mucho de haberte hecho reír :). Ya sabes que viajando te pasa de todo y lo mejor, aunque sea una situación chunga… es tomárselo con humor.
¡Un fuerte abrazo y gracias por comentar!
¡Un honor compartir en tu blog las «mejores» putadillas de viajar! jeje Mira al final ha servido para pasar un buen rato y dar algunos consejillos a las futuras «víctimas» viajeras;)
Al final son cosillas sin importancia… todo lo que vives en un viaje lo compensa con creces.
¡Muchísimas gracias Inés!
Ivan y Erika