Nunca más volveré a autocensurarme

Los animales en cautividad suelen ser una fuente de polémicas

Hoy vengo con ganas de soltar un tocho que me lleva rondando mucho tiempo la cabeza.
Me la juego sacando ahora un cetrero kirguís.
Pero primero os hablo de él y luego lo explico.

Algunos datos:

– Un águila solo obedece a su cetrero.
– Puede alcanzar los 250km/h en picado.
– Viven hasta 60 años pero a los 15 vuelven a estar en libertad y no tienen problemas para adaptarse a su nueva vida.

Pesaba muchísimo. Me la dejó coger y tuve que hacerlo con los dos brazos.
Me encanta la ropa de los cetreros kirguises, ¡Vaya estilazo!

¿Que si me parece bien esta práctica? Pues la verdad, no lo sé. Debería vivir en un clima tan duro como el de Kirguistán para opinar con más precisión que desde el sofá de mi casa.

Estos días he perdido algunos seguidores en Instagram (@Misviajesporahi) supongo que porque he mostrado facetas de la cultura de Kirguistán que implican animales.

¿Pero entonces qué debería hacer?

Intento mostrar otros lugares del mundo como son, y no como la gente en Occidente quiere que sean.

Como cuando publiqué una imagen de Groenlandia de un mercado improvisado de carne de foca recién cazada con icebergs de fondo. La tuve que borrar porque según muchos usuarios se trataba de una imagen dura y extremadamente desagradable. Los mismos que cuando visitan esta isla en la que cultivar plantas es imposible, exigen comida vegana aunque tenga que ser transportada desde muy lejos. Para ello se consume un combustible que contamina, pero eso les trae al pairo.

La foto no era más sangrienta que la carnicería de cualquier Mercadona. Pero la realidad es que los groenlandeses son muy poquitos, cazan lo que necesitan y compran lo que comen. Nosotros no podemos decir lo mismo.

Otro ejemplo: este verano hice un viaje por los Balcanes y hubo ofendidos por los vídeos que subí de un pueblo de Montenegro en fiestas con un centenar de personas festejando por las calles. Para entrar en este país tuve que hacerme un PCR en Albania cuyo resultado fue negativo. Es una exigencia para entrar en Montenegro que ha permitido que sus habitantes puedan hacer ahora vida normal. Por mucho que les explicara que la situación COVID de este pequeño país era diferente a la de España, los criticones seguían aferrándose a su idea inicial con pretextos de lo más variopinto. Por ejemplo, uno me dijo que mostrando estos vídeos de gente feliz y despreocupada sin mascarilla, estaba normalizando una actitud laxa frente a la situación de pandemia que vivimos, así como una falta total de empatía hacia los que más lo están sufriendo…

Parece que vivimos en un mundo donde uno no se permite cambiar de opinión cuando se obtiene más información. No, primero critican y después preguntan, pero sin atender a la respuesta.

Hay mucha cobardía en el periodismo de viajes a la hora de publicar temas porque se necesitan likes y seguidores para poder ganar dinero. Si sucumbimos a los gustos de los consumidores sería más preciso decir «negocio de viajes» en vez de «periodismo de viajes», pero me da pena que uno esté sustituyendo al otro.

No me interesa leer artículos sobre lugares con un filtro rosa. Aquellos que muestran un mundo que no existe para cumplir la insulsa función de no inquietar a nadie.

Me cansa autocensurarme solo porque seamos cada vez más delicados, más críticos y severos y más obtusos para cambiar de opinión y para abrir la mente. ¡Con lo divertido que es cuando te das cuenta de que estás equivocado en algo!

Yo no voy a modificar los lugares que visito excepto cuando se trate de situaciones injustas en las que puedo poner mi granito de arena. Ahí sí que hago lo que creo correcto.

Pero no es el caso del que hablamos.

A) «¡Qué mal que en Kirguistán se utilicen caballos! No deberías fomentar este tipo de turismo».

De origen nómada, los kirguises van a caballo, si es maltrato animal es cuestionable. Pero no lo es si los comparamos con lo que hacemos en nuestra cultura (llamémosle Occidente, Primer mundo, etc) . En Kirguistán en invierno no hay otra opción que moverse a caballo. Y ellos viven acorde con la naturaleza: cultivan y crían lo que consumen.

Nosotros aniquilarnos la naturaleza, lo llenamos todo de asfalto y coches contaminantes. Si se cuela un ciervo en nuestra ciudad, sale hasta en los telediarios.
Los animales se fabrican en masa, bueno, no hace falta ni que explique esto, ya sabéis de qué hablo.

Pues bien, no voy a ser yo la que les diga que preservando su naturaleza, son unos salvajes solo por ir a caballo.

Cada vez tengo más claro que los subdesarrollados somos nosotros: aniquilamos la naturaleza, extinguimos especies, nos enfermamos por la ansiedad de tener más y más y no tenemos ni idea de mantenernos vivos con los recursos del planeta, porque sólo sabemos utilizar dinero.

«Intenso» se utiliza como insulto. Está mal visto profundizar, sentir con intensidad o expresarse sin ataduras. Nos entrenan de pequeños para que nos dé pudor hacerlo, que lo normal es mantenerse en la superficialidad. El culto al cuerpo, a la moda, a las cosas materiales, ¿de qué forma funcionaría el capitalismo si no se fomentara el consumismo?
Salirse de lo establecido tambalea el sistema, mejor no pienses. Porque si no te darás cuenta de que no tiene sentido asumir todas las normas imaginarias establecidas como correctas. Pensadlo bien: nuestra sociedad se basa en cosas que imaginarias y culturales como las fronteras o el dinero. Nos hemos creído que el éxito es tener pareja, trabajar mucho, ser guapo… chorradas.

Y tenemos la prepotencia  de llamar «Países en vías de desarrollo» a los que no tienen nuestro sistema insostenible de habitar el mundo. Como si tuvieran por defecto que llegar a nuestro enfermizo modo de vida.

 

B) ¡Pobre cabra la del Kok-boru!

El Kok-boru es el deporte nacional de Kirguistán en el que los jugadores montan a caballo y  juegan a encestar una cabra. Yo tampoco entiendo por qué no se sustituye por otro objeto, pero al menos esa cabra se mata rápidamente antes de jugar con ella. Y después del partido, se la comen. En nuestro país seguimos torturando lentamente a los toros.

También miramos hacia otro lado cuando compramos productos animales en el supermercado, sabiendo perfectamente de dónde vienen.

Por cierto, en Netflix hay una serie documental llamada Deportes del mundo con un capítulo dedicado al Kok-boru. Me ha encantado, lo muestran de manera respetuosa e indaga mucho en su significado.

 

C) No deberías promocionar dictaduras

¿Y por qué no? Boicotear el turismo en países dictatoriales es absurdo. Precisamente los gobiernos que menos representan a sus ciudadanos son las dictaduras porque sus dirigentes no han sido elegidos por ellos, así de simple. En mis redes sociales he mostrado cómo es viajar por Irán, Turkmenistán, China, Camboya, Myanmar. etc.
Dejar de viajar a estos países afecta a la gente de a pie y beneficia al poder.

En Bielorrusia la gente me pedía que hiciera lo posible por atraer turistas. Según ellos, el hecho de recibir extranjeros hace que el país sea más conocido, y que por tanto haya más presión internacional para terminar con las violaciones de los derechos humanos.
Cada visitante se convierte en un mini embajador del país.

Sea o no cierto que el turismo influya positivamente en las dictaduras, la dueña de una pensión en Irán, el gerente de un restaurante en Turkmenistán, el guía de Camboya o el profesor de buceo de Myanmar no tienen la culpa de nada y bien merecen poder vivir del turismo como cualquiera.

Por algo es que países como Guinea Ecuatorial o Corea del Norte conceden tan pocos visados turísticos.
Así que no pienso dejar de «promocionar dictaduras».

Todos somos lo mismo en diferentes lugares.

 

D) Ahora subo lo del cetrero. No sé si habrá críticas…

Tampoco digo que Occidente sea del todo malo y el resto bueno. He visto muchos ejemplos de comunidades indígenas cargándose su propio ecosistema. Y también hay muchas personas en el primer mundo esforzándose muchísimo por mejorar las cosas.

Lo que quiero decir es que no podemos juzgar todo desde nuestro prisma, desde nuestra sociedad que es precisamente la que está destrozando el planeta de manera global. Dudo mucho que el cambio climático venga de los nómadas de la Asia Central o de un puñado de esquimales.

Y en ocasiones, en lugares remotos, soy testigo de situaciones que no llego a comprender si están bien o si están mal.
Algunas las muestro por aquí y otras me las guardo, porque no tengo ganas de que se me critique.

Hay quien cree que mostrar una imagen de un ritual y explicarlo, implica necesariamente estar de acuerdo y amarlo.
No, solamente informo y a veces, opino.

En cambio hay ocasiones en las que no soy capaz ni de formarme una opinión.
¿Y sabéis qué?
Que no pasa nada. O yo al menos, no me lo exijo.
Incluso puede que no tenga razón en nada de lo que acabo de decir.

 

Si os habéis quedado con ganas de más, lee los comentarios de este post en Menéame.

 

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35 comentarios

  • angel dice:

    Eres muy intensa Inés, hay mucha tela en todo lo que dices. La sociedad actual, a la que tú perteneces, quiere imponer unos criterios que todo el mundo debe aceptar sí o sí. También hay mucha ignorancia, y ese es el caldo de cultivo de ese cambio. Ya hasta en los libros de hitoria pueden no decir la verdad y no pasa nada. Ahora una vaca es más contaminante que un coche eléctrico. En las ciudades puedes entrar con un coche híbrido que gasta 10 litros a los 100km pero no puedes pasar con un coche de 10 años que gasta 5 litros. Ve al alcalde de esa ciudad y se lo cuentas, a ver que te dice.
    Unos ven mal lo de las focas, otros ven mal que un chico le diga a una chica que le gusta, otros ven mal leer un libro de historia que le cuenta la verdad de lo que pasó, otros interpretan los datos climáticos a su antojo. Un ejemplo, lleva sin parar de llover 3 semanas, y aún así siguen diciendo que los embalses están bajando.
    Los que dicen una cosa al dia siguiente defienden lo contrario. Volviendo al tema de la seguia, alarman de la sequia y tras decir esto firman el derribo de una presa.
    En fin, me gustan tus reportajes, me gustan tus fotos, me gustan tus vídeos, tus guiones, eres una gran viajera. Centrate en eso y procura ser sensata siempre. Un saludo

  • Alicia dice:

    Me encantan tu blog ! Acaba de ganas una nueva seguidora me encanta como lo explicas todo y muy en tu línea….es muy difícil contentar a todos …por eso tienes que seguir haciendo lo que a ti te convenga ! 🙌

  • SantiRS dice:

    Este es el mejor ejemplo de que todos somos hipócritas en la medida en la que nos permite nuestra conciencia.

    He viajado por ahí, y por aquí. Para mí has descrito la diferencia entre ir de viaje e ir de turismo: en el primero se observa y se vive y en el segundo se va y se vuelve de manera impermeable.

  • Mariángeles dice:

    Llevaba años sin leerte y ha sido un placer volver a hacerlo. Aquí me quedo. Espero no volver a despistarme durante tanto tiempo. Por cierto, no cambies y sigue escribiendo como la haces.

  • Sara dice:

    ¡Enhorabuena por el post y por la reflexión! Yo misma he caído en el error de tus seguidores/lectores alguna vez, pero estoy intentando quitarme, jeje Respecto a Groenlandia y las focas, pasa algo parecido en Islas Feroe. Ahí cazan a ballenas que no están en riesgo de extinción para comerlas de una forma totalmente sostenible pero muy sangrienta y hay muchos en Occidente que lo critican y boicotean los viajes al país, mientras no tienen problemas en ir a Noruega o Japón, donde las ballenas se cazan de forma mucho menos sostenibles y, a veces, al límite de la legalidad pero lejos de las costas y de los Instagrammers. En cualquier caso, ¿tiene más sentido llevar pollos ahí contaminando o que coman lo que siempre han comido? En fin, enhorabuena por no autocensurarte.

    • Inés dice:

      Hola Sara!
      Lo de las Islas Feroe es un ejemplo magnífico. Yo también lo veía, sin ninguna duda, como una salvajada. Pero luego leí este artículo de Acróbata del Camino y mi opinión cambió. Es decir, antes no estaba lo suficientemente informada, y cuando supe más al respecto, cambié radicalmente de opinión. Y me encanta cuando me ocurre eso, cuando alguien hace que me explote la cabeza.
      Pero veo muchísima gente que se niega a cambiar de opinión, se aferran a mantener su ignorancia y se tapan los oídos. ¿Creen que es un signo de debilidad reconocer que se está equivocado?, ¿qué problema tiene la gente con su ego que no es capaz de dejar una idea a sabiendas que es errónea?, ¿Por qué narices te permiten posicionarte únicamente 100% en contra o 100% a favor de las cosas? Supongo que la polarización de las cosas hace la vida simple, así se piensa menos.
      Luego, como dices, nadie te dice nada por ir a Japón o EEUU.
      Lo de las focas en Groenlandia no es nada criticable. Hay muchísimas y ellos son solo 50.000. La foca ahí es como el cerdo aquí, de ella se aprovechan hasta los andares -en el primer mundo se tira a la basura muchísima comida y aún tenemos los cojonazos de llamar salvajes a los que mantienen una vida sostenible-. Viven en libertad, no como el cerdo al que le damos una vida de sufrimiento. Sólo cazan focas adultas…
      Los esquimales tradicionales decían no producir arte, es que no tenían tiempo para cosas que no sirvieran para sobrevivir (por eso también es probablemente la única civilización que no se droga de alguna manera). Pero los arpones sí que estaban decorados con mucho detalle. Son super bonitos. Y es que al cazar la foca hacían un ritual en el que le piden perdón y le agradecen que les alimente… luego el arpón se dejaba junto el fuego para que el alma de la foca estuviera agradecida y pudiera volver al mar contando que le han tratado bien. En resumen, que no sacan una red y arrasan con el fondo marino.
      De verdad, yo ya no sé si se nos está encogiendo el cerebrico o qué ocurre.

  • Estimada Inés:

    Nunca olvide que su única obligación como escritora es la de escribir bien. Nunca se justifique ante tribunal popular alguno, porque sólo conseguirá rebajar su estilo, si es que lo hubiera logrado. Ambas tareas le ocuparán su vida entera, y a ellas les debe respeto. Cada minuto que e va en justificaciones es tiempo perdido para su verdadero trabajo.

    Se lo dice un ecólogo de profesión que en sus libros no concede nada a las imposiciones del momento. He disfrutado viéndola con un águila real al puño, cosa que yo mismo he hecho en muchas ocasiones y con tantas especies de caza. En lugar de pedir perdón (no otra cosa es justificarse), describa con detalle y con amor las maravillas que vea, y no olvide que en tantas ocasiones desvelar las maravillas es el camino más corto para destruirlas. Para protegerlas, para guardarlas en secreto, la literatura es un arte magnífico.

    Cordialmente
    José A. Martínez Climent

  • Manuel Santos dice:

    Dices que has perdido seguidores, pues con este artículo los has ganado.
    El periodista que no muestra la realidad por no ofender no se puede llamar así.

    • Inés dice:

      Exacto. Pero los comunicadores viven de quienes consumen lo que hacen, por lo que el periodismo se ha convertido en darle a la gente lo que quiere.
      Si ya es complejo contar las cosas de manera objetiva, lo es más aún no hacer enemigos por ello. Por eso denuncio que ahora la tendencia de un periodista no es ser objetivo, sino mantener y aumentar su público.
      Una mierda, vaya. La dictadura de quienes no quieren saber.

  • Natxelas dice:

    Siempre habrá gatera/odiadores que están tan enamorados de sus ideas que se pasan la vida luchando contra los gigantes que opinan otras cosas. En realidad es una actitud quijotesca. Creen que tiene el sagrado deber de luchar contra el mal y al final lo que hacen es el ridículo, chocando contra molinos.
    La realidad es muy amplia y compleja, no suele haber buenos ni malos. Más bien todo forma parte de equilibrios y soluciones de consenso adaptadas a cada entorno.
    Mucho ánimo. Un abrazo 😉

    • Inés dice:

      He tardado demasiado tiempo en darme cuenta de lo que dices.
      Ocurre un problema y es que los que odian hacen más ruido que los que no.
      Por ejemplo, en los stories de Instagram hice una pregunta abierta sobre qué opinaban sobre la crítica de viajar a caballo en Kirguistán, el Kok-boru, la fiesta montenegrina mencionada…
      Y ahí confirmé que ocurre un fenómeno llamado «espiral del silencio».
      Los criticones de las situaciones mencionadas en realidad se podían contar con los dedos de un mano.
      Pero cuando expuse esto, la gente contestó en masa que ni de coña les había parecido mal que publicara estas cosas, y que siguiera mostrando el mundo desde mi punto de vista.
      Es decir, los ofendiditos siempre comentan; y los que simplemente me leen no me están dando la palmadita en la espalda constantemente. A veces dicen algo bueno, pero no están diciendo «Hola, estoy de acuerdo en lo que dices» a cada cosa que pongo.
      La opinión ofendidita es minoritaria, pero hace más ruido que la mayoritaria. Por eso una se piensa erróneamente que la opinión de cuatro garrulos es la opinión mayoritaria y acaba por auto censurarse para no acabar tirada en la cuneta o quemada en la hoguera. ¿Se entiende lo que digo?

  • Jorge88 dice:

    Uno, si tanto te encantan las plantas y tanto te preocupa su sufrimiento, te encantará saber que una dieta vegana asesina menos plantas que una dieta con productos animales, ya que se necesitan menos plantas para comertelas directamente tú que si le das plantas a un animal durante meses y luego te comes al animal. Entiendo que por ignorancia pensaras lo contrario, pero ahora ya sabes que si quieres acabar con el genocidio plantil, lo mejor que puedes hacer es comertelas tú. Hasta el día en que los plantofilicos podáis alimentarnos de sol o aire sin tener que asesinar a ninguna planta, de momento la dieta que causa menos muertes plantiles es la vegana, seguida de la vegetariana.

  • Jorge88 dice:

    Honestamente, no veo dónde está el problema en compartir barbaridades del mundo. Si a alguien le ofende y le causa malestar, cosa que entiendo, es tan sencillo como no ver el contenido; pero pedirte que no lo compartas es ridículo. Donde sí veo el problema es en que tú justifiques barbaridades con el manido argumento del «y tú más» (o,en este caso, «y nosotros más»). Que nosotros tengamos la repugnante costumbre de los toros y el Mercadona lleno de animales descuartizados no quita que jugar a baloncesto con una cabra siga siendo despreciable e inexcusable.

    • Inés dice:

      Ya. Es que yo no estoy diciendo que todas las culturas sean perfectas o que sean deplorables. Digo que a veces vemos algo horrible en otro país, sin recordar que en el nuestro se hace algo igual o peor.
      No sé si me explico como el culo o si hay unas falta de comprensión lectora.
      Me explico de otra manera guan mor taim:
      Ejemplo: la confrontación de musulmán = bueno y cristiano = malo.
      Cuando voy a ir a un país musulmán siempre hay alguien que me pregunta si no me da miedo viajar ahí. Pues resulta que en la lista de las 50 ciudades más peligrosas del mundo, sólo una es de mayoría musulmana y todas las demás son cristianas. O cuando me dicen que para qué voy si los musulmanes son machistas. No digo que no lo sean, digo que los cristianos lo son también: las mujeres no pueden dar misa, el Papa solo puede ser hombre, el ideal de mujer es la virgen María (un modelo inalcanzable, madre y virgen, o sea que ninguna mujer es perfecta), etc, etc. Por no hablar de que la iglesia es una institución que de manera sistemática ha encubierto miles de casos de pederastia en vez de denunciar a la policía porque les pesaba más luchar por su imagen. Pero también te digo que colaboro con una ONG cristiana en la India en la que el cura hace una labor heroica cuidando y educando a cientos de niños. Balvikas India http://www.balvikasindia.com

      Que no todo es blanco o negro, que existe una amplia gama de grises.

  • Jacinto dice:

    El mundo está lleno de obtusos de sofá y pantalla!

    No te conozco hasta que he visto este post, pero me alegro enormemente de leer a una hispanohablante por tierras kirguisas… aaah, el cielo en la tierra!

    Aunque ojo con los secuestros nupciales! 😬

    • Inés dice:

      Hola Jacinto, ¿conoces Kirguistán?

      Fue mi último viaje antes de la pandemia. Unos pocos días después de volver a España, nos confinaron.
      Y no paraba de pensar que ojalá mi vuelo de vuelta hubiera sido más tarde y así caminar tranquila por las aldeas de Kirguistán, volver a montar la yurtas bajo las estrellas, respirar azul clarito (sic. Calle 13), apenas utilizar dinero y vivir mucho más integrada con la naturaleza. Pensé en la gallina que me regalaron en un pueblo, y en que aunque la dejara fuera de una yurta en invierno, por la mañana tenía tortilla para desayunar. En la gente de un pueblo del que nos avisaran que tengamos cuidado a la hora de expresarnos por si había malentendidos pues por ahí nunca habían pasado forasteros… Y cuando llegamos resultó que llevaban mucho tiempo ensayando una función con números de baile, música y poesía para darnos la bienvenida.

      Una pasada, Kirguistán.

      12 días sin poder ducharnos me dejó exenta del riesgo de los secuestros nupciales.

  • Aure dice:

    Por fin un poco de aire fresco
    Me gusta que haya personas que además de pararse a pensar que están cansadas de autocensurarse decidan compartirlo pues creo que es una estupenda forma de animar a otros a seguir su ejemplo.
    Disfruta y comparte esos viajes con quien quiera vivir por tus ojos de esos viajes si ello te hace feliz
    Saludos

    • Inés dice:

      Muchas gracias por tus palabras, Aure. Se agradece que la gente opine en positivo y no tanto criticar por criticar.
      Me alucina que alguien, por ejemplo, se me ponga a insultar cuando yo le estoy dando información gratis.
      Pero son los menos, la mayoría me transmitís seguridad y buen rollo 🙂

      Gracias.

  • Santiago dice:

    No es ni veganismo ni animalismo, esos jueces de lo moral solo practican el etnocentrismo.

  • SERGIO dice:

    Amén, no podemos juzgar con nuestras comodidades y culos en un sofá viendo imágenes de situaciones de otros lugares.

    • Inés dice:

      La incapacidad de ponernos en los zapatos de otros, la deshumanización del diferente a la que nos adiestran desde pequeños, el miedo a lo desconocido y la costumbre de no querer conocer, la imposibilidad de amar algo que no conoces. Mientras los telediarios te atosigan con los dos muertos de una maratón en Boston durante una semana entera, solo dedican diez segundos y casi al final, a la tragedia del Rana Plaza con sus 2000 muertos y vete a saber cuántos heridos en Bangladesh. Nos convencen de que solo nos tiene que interesar lo nuestro.
      ¿Y qué es lo nuestro? Me dijeron que soy de España, me tengo que identificar más con Orense o Tenerife que con Moscú o Lima porque sí y eso ya no vale en este mundo globalizado.

      Nuestra educación es absolutamente eurocentrista. No me enseñaron nada sobre las civilizaciones precolombinas para que infravalore al sur y al centro de América y que no me indignen las injusticias que ahí se acometen. Viajando me avergoncé de lo poco que sabía sobre los mayas, incas, aztecas, taínos, caribes, arawaks… Me desespera que los esquimales sintieran vergüenza de su vida primitiva tras la reciente y cruel colonización danesa. Deberían mirarnos por encima del hombro a toda la humanidad por ser los tipos más duros del planeta y con un ingenio brutal necesario para su sistema sostifícadísimo de supervivencia en el clima más extremo -Los vikingos llegaron a Groenlandia y se extinguieron-. Flipo con el desprecio de Occidente a la cultura china (me refiero a la gente civil, los políticos no representan) . Mientras aquí se ejecutaba a gente por blasfemar, ellos eran el centro del mundo. Una cultura riquísima y tan extensa en el tiempo que es como si aún estuviera el Imperio Romano o la cultura egipcia siguiera vigente. Pero la propaganda ha conseguido que incluso esté permitido y normalizado el racismo contra los chinos: escucho muchas barbaridades sin pudor sobre ellos. No hay interés por ellos y estoy segura que esto sería diferente si nuestra educación fuera global. O los países de Asia central que acaban en -Tan de los que nadie sabe NADA: que sí, que son dictaduras, pero ese tipo de gobiernos al no ser escogidos es el que menos representa a sus habitantes. Y que nadie sepa que conformaban el centro de la ruta de la seda, un lugar cosmopolita hace siglos donde se hacían intercambios culturales o descubrimientos científicos cuando nosotros no sabíamos ni que había que lavarse las manos. Y qué decir de África, nos han enseñado a despreciarlo tanto que se piensa en este continente como un solo país, cuando en realidad se compone de 54 países, bien diferentes entre sí. O los oídos sordos, menos mal que solo en ocasiones, cuando le explico a alguien que he ido a Irán y le demuestro que no es el país peligroso que le han hecho creer, sino la tierra con la gente más amable y hospitalaria del mundo entero.

      Vaya parrafada te he soltado. Pero es que rara vez publico algo de viajes que no sea útil, tipo «Qué ver en X sitio», sino que es solo de opinión. Y en estas ocasiones no me suele leer ni cristo. Pero ahora que este post se ha viralizado, me la estoy gozando dando todas esas opiniones que antes nadie me había pedido.

      Saludos y gracias!

  • Pepe Plomero dice:

    Tu sigue viajando y comentando(opinando) sobre lo que vez, al que no le guste que se inyecte Netflix y completo.

    • Inés dice:

      Gracias por tus palabras pero Netflix no es telebasura. Como digo en el post, han producido un documental sobre el Kok-boru que está muy pero que muy bien.
      Además normalizan personajes de gran diversidad y hasta hacen apología a las drogas psicodélicas (tienen un montón de contenidos sobre sus efectos positivos en enfermedades mentales como la depresión, algo valiente por su parte teniendo en cuenta que es ilegal). Critican a gente poderosa y hay mucha calidad (hay cosas flojas pero también grandes joyas como Bojack Horseman, Midnight Gospel o Tiger King).
      Eso sí, TeleCinco a tomar por culo XD.

      Saludos.

  • Uno dice:

    Estoy de acuerdo contigo. El mundo está lleno de pieles finas idiotas ignorantes que no han salido de su ciudad en la vida. A mí me encantan las plantas y me parece una barbaridad todas esas pobres lechugas cercenadas de su hogar para que un salvaje vegano se las coma. Por dios! Y ni que decir de esa ingente cantidad de terreno arrasado para cultivar hermosas plantas a la que no dejan seguir su ciclo de vida. Ellos creen que no tienen sentimientos, pero los tienen, yo las oigo gritar cuando las arrancan. Veganos salvajes, parad ya de hacer eso con las plantas!

    • Inés dice:

      Yo creo que lo suyo es reducir el consumo animal pero sobre todo, consumir productos de cercanía y preocuparse por cómo es su producción. De nada sirve ser vegano si consumes aguacates de Nicaragua cultivados por niños.
      Hace poco le vendí a una chic a vegana por Wallapop, un bolso de cuero que compré en Marruecos. Me dijo que se sentía mal comprándomelo pero que le encantaba el bolso. Le dije que estuviera tranquila con su conciencia. Este bolso lo había hecho un curtidor de una saga de curtidores sin intermediaros, que viven de la artesanía del cuero a un precio justo. Creo que es más ético comprar ese bolso y cuidarlo, que adquirir muchas gangas de plástico del Primark porque se rompen pronto, y fabricadas en Atomarporculo por trabajadoras explotadas.

  • Alvaro dice:

    No deberías guiarte por lo que te digan o por que pierdas seguidores. Si llevas una web escribe sobre lo que te gusta, publica las fotos que a ti te gusten, y al que no le guste ya sabe lo que tiene que hacer, irse a otra web mas afín a su ideario o forma de pensar.

    • Inés dice:

      Lo que ocurre es que los comunicadores queremos vivir de esto y sin lectores, no hay dinero.

      Menos mal que ahora mi principal fuente de ingresos ya no es esta sino la de guía turístico. Llevo grupos reducidos a conocer otros países.

      Porque la verdad, si la mayoría no quiere aprender cómo es el mundo, sino solo recibir caricias en sus oídos, no sé cómo narices va a poder sobrevivir el periodismo.

  • Dimas dice:

    Hola. La verdad es que no sabía de esta polémica, pero querría añadir un pensamiento. Una cosa es explicar lo que se ve cuando se viaja, la otra participar en la explotación de animales haciéndose fotos con ellos. Se puede explicar lo que se ve sin fomentarlo.
    Y digo esto sin saber si los que aparecéis en la foto con el águila sois vosotros o no, es un comentario genérico.

    • Marco dice:

      ¿De qué forma se explota a un animal que se usa para obtener alimento y para trabajar haciéndose una foto con él?

      ¿Un perro policía, durante sus funciones, se puede sentir explotado si lo fotografiamos para mostrar cómo trabaja? ¿Un perro que busca personas atrapadas bajo escombros se puede sentir explotado?

      ¿Un burro usado para extraer o llevar material en lo más profundo de un bosque donde no se puede acceder con maquinaria debido a las pendientes se puede sentir explotado si lo fotografiamos para mostrar cómo se trabaja en esas zonas?

      ¿Una águila de cetrero se siente explotada por hacerse una foto mientras está descansando?

    • Inés dice:

      Sí, la de la foto soy yo (haciendo el ridículo porque no puedo sostener semejante diplodocus).

  • Chema dice:

    Me parece genial, tanto lo que dices, como la forma de decirlo.
    En mi trabajo en Madrid traian leche eco austriaca (en camion supongo) cuando hay maravillosas lecherias de cercania en la sierra de Madrid.
    Pero bueno, es la hipocresia de nuestro tiempo.
    Un saludo y sigue viajando y contandonoslo
    🙂

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