Qué ver en SUIZA en cinco días
Sabemos que os pasa a todos. Que en vuestras mentes inquietas siempre existe algún lugar que deseáis visitar. Lo habéis visto en películas, documentales, guías o libros… y queréis estar allí. No paráis de pensar en ello hasta que os veis en ese punto de cuerpo presente. Lo sabemos. Pero tranquilos, a nosotros nos ocurre lo mismo…
Es lo que nos sucedió con el Matterhorn, y por extensión, con Suiza. La montaña más fotografiada del mundo en el país de las montañas. A continuación os contamos cómo organizamos nuestro viaje por tierras helvéticas. Esperamos que nuestra experiencia os sirva de ayuda para coger ideas o, ¿por qué no?, seguir los mismo pasos que los nuestros. ¡¡¡Adelante!!!
Os contamos qué ver en Suiza en cinco días
Pero antes de nada, no olvides llevar un buen seguro de viajes
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Suiza es un país tan bello como caro. Allí los precios se multiplican aproximadamente por 2,5 el valor en España. Es por ello que optamos por un viaje intenso, concentrado y eficiente. Exprimido al máximo, con la intención de recorrer el mayor número de rincones en el menor tiempo posible.
Para conseguir este objetivo, es imprescindible realizar una buena planificación previa en casa. Invertir horas de documentación e información para ahorrar “tiempos muertos” en el viaje. Y, sobre todo, mentalizarse de que las horas de coche también son parte del viaje que debemos disfrutar. Tuvimos medio año para dejar todo organizado. Este fue el resultado…
Llegada al punto de destino
Decidimos volar de Madrid a Milán-Linate. Este aeropuerto está situado a solo 120 km de la frontera suiza. Los precios de vuelo y alquiler de coche son mucho más económicos que en el país de destino final. Llegada a media mañana (10:55).
En el mismo aeropuerto alquilamos un coqueto Smart con la empresa Maggiore que previamente habíamos reservado desde casa. Espacio suficiente para dos personas y las maletas de mano.
Pondremos rumbo a Domodossola, última ciudad italiana antes de acceder a la frontera suiza de Gondo. Aquí, en la misma garita de la carretera, compramos la pegatina que nos permitirá circular por Suiza durante un año (cinco días en nuestro caso). Los 50 € que cuesta pueden parecer caros. Pero para llegar hasta dicha frontera, ya habremos pagado casi 30€ en peajes italianos.
La carretera es un espectáculo en sí mismo
Disfruta del viaje en coche, los paisajes de carretera son parte del espectáculo. El paso de Simplon es el primer ejemplo y nos da la bienvenida mostrándonos la majestuosidad de los alpes suizos. El descenso hasta Brig nos demostrará que “Esto es Suiza”. Ojos como platos ante la majestuosidad de estas montañas.
Nuestro primer destino es la pequeña población de Rarón, en el valle de Valais. Allí, en un bonito y recién inaugurado apartamento, íbamos a pasar nuestras tres primeras noches. Escondido entre las calles del pueblo y con mucho encanto. Un dueño muy atento que nos regaló un vino de su propia cosecha como bienvenida. Apartamento de dos plantas por 210 francos suizos (186 euros) los tres días, muy barato para los precios que acostumbran.
Pero antes de llegar, debíamos hacer nuestras dos visitas turísticas de hoy. Os recordamos que no vamos a escatimar en kilómetros.
Visita a glaciares
La primera, el ascenso en funicular+telecabina a la posición de Eggishorn. Desde este lugar podremos observar el Aletchgletscher (con 24km, el glaciar más largo de Europa). Espectacular lengua de hielo que desciende desde las posiciones de los Jungfrau, Eiger y Monch. Tres cimas míticas que podemos divisar junto a esta impresionante lengua de hielo. Arriba es obligatorio tomar fotos, beber un par de cervezas o tomar un breve descanso disfrutando de estas impresionantes vistas que nos ofrecen las montañas helvéticas.
Para acceder allí debemos pagar un precio nada barato, como todo en este país. Por 90CHF tendremos los dos pases de subida y bajada desde la localidad de Friesch hasta el Eggishorn que incluyen un primer tramo en funicular y otro segundo en telecabina.
Horarios de funicular
Funicular Fiesch-Fiescheralp(7:15->21:15) -> Telecabina Fiescheralp-Eggishorn (8:15->16:45). Telecabina Eggishorn-Fiescheralp (->17:15) Funicular Fiescheralp-Fiesch (->21:00)
Continuaremos nuestro viaje hacia el este, aguas arriba del río Ródano que vertebra todo este espectacular valle de Valais. El viaje en sí merece la pena a pesar de las horas que llevamos de traslado. Un valle que se va encajonado por momentos hasta llegar a la localidad de Gletch. Desde aquí sale el desvío al Grimselpass que en esta ocasión obviaremos, en beneficio del Furkapass.
Un poco antes de hacer cima en este paso, en una de sus múltiples recurvas, encontraremos el acceso al Rhonegletscher. Un ticket de 7CHF por persona te permite entrar a una cueva excavada literalmente en el glaciar. La sensación de sentirte dentro de la lengua de hielo con millones de años es espectacular. Hasta acceder a ella, tendremos un corto paseo de poco menos de un km donde también disfrutaremos de las vistas de la cascada y el lago del Ródano.
Ahora sí, tras este par de visitas, tomaremos rumbo definitivamente al lugar de nuestra residencia en Raron para los próximos días. Serán ya casi a las 21:00 de la noche cuando disfrutaremos de nuestro merecido descanso, tras más de 300 km de coche (y otros tantos más de vuelo).
Zermatt. Matterhorn
La mañana siguiente tocaba madrugar. En Suiza las nubes suelen ir apareciendo a medida que avanza el día. Teníamos que aprovechar la estabilidad atmosférica para poder divisar el objetivo principal del viaje al país de las montañas. El monte Cervino (o Matterhorn).
Así pues a las 7:00 estábamos cogiendo el coche destino Tasch. Algo menos de una hora nos llevó el viaje para aparcar en la misma estación y tomar el tren que nos llevase hasta Zermatt, ciudad libre de coches de combustión. En Tasch aprovechamos a desayunar mientras llegaba el tren.
En menos de media hora se realiza el recorrido Tasch-Zermatt. Una vez en la localidad del Matterhorn, todo aquello parece un escenario de película. Casas de madera, todo en perfecto estado, calles limpias, aire fresco… y el afamado pico Cervino sobre los tejados.
Ascenso a Gornergratt
A tan solo 50m se encuentra la estación del tren-cremallera que asciende hasta Gornergratt. Primer tren de estas características que se construyó en Europa. Precio caro para ascender hasta este punto donde divisaremos el glaciar Gorner y el Monte Rosa (el más alto de Suiza)
En su trayecto hasta la cima, cámara preparada para fotografiar y disfrutar de la silueta limpia de nubes del Cervino.
Comienza el descenso
Una vez arriba, la decisión fue la de descender dos de la cinco estaciones que componen esta mítica línea férrea. Son simplemente 4km en descenso que nos permitirá disfrutar de los prados y del lago más fotografiado del mundo, el Riffelsee que refleja sus aguas el monte Cervino.
Pero antes de iniciar la marcha, debíamos disfrutar del imponente macizo del Monte Rosa con su glaciar a los pies. Es obligatorio tomar un momento de relajación divisando este paraíso natural.
Ahora sí, una vez admirado este inmenso monumento natural. Iniciamos nuestro descenso durante un paseo de poco más de una hora hasta Riffelberg. En mitad de este trayecto se encuentra la estación de Rotenboden, donde se halla el afamado lago. La sensación de pasear por estos prados te llena de felicidad. El tiempo atmosférico acompañará en estas primeras horas, las vistas serán espectaculares y el momento, único.
Tras el bucólico paseo, tomamos el tren en la estación de Riffelberg para ya descender de nuevo hasta Zermatt. Se puede seguir bajando andando hasta la ciudad, pero queríamos visitar otra zona dentro de este espectacular valle.
Ya abajo, un pequeño paseo por la ciudad mientras nos permite conocer la realidad en la que nos encontramos. La estación de funicular que nos ascendería hasta Sunnega, y después en telecabina a Blauherd, se encuentra al otro lado del cauce del río.
Ruta de los cinco lagos
Nuestro objetivo, realizar la ruta de los Cinco Lagos. 9km de descenso (el último es en ascenso) que nos llevará unas tres horas. Para ello iniciaremos la ruta en la estación de Blauherd e iremos descendiendo pasando por cada uno de los cinco lagos hasta llegar a la estación de Sunnega que nos devolverá, vía funicular, a la estación de Zermatt.
Una ruta que merece la pena realizar por la siempre presente silueta del Cervino, la preciosidad de sus lagos, sobre todo los situados a más altura. Y los senderos que surcan los prados. Llamará mucho la atención la morrena central que parece descontextualizada dentro del verdor que lo rodea.
Cuando hayamos llegado a Sunnega, será obligatorio tomarse una cerveza en la espectacular terraza con vistas al valle antes de descender definitivamente a Zermatt.
Una vez abajo, solo queda coger el tren de camino a Tasch, retirar el coche y pasar por un Coop, los supermercados más habituales, y comprar la cena para la noche.
La tarde de relax en nuestra casita de Raron disfrutando del vino y las bonitas vistas a su iglesia.
Todas las gestiones de precios de transporte para este valle de Zermatt lo realizamos desde esta página web. Donde puedes consultar todos los precios y crear tu propia combinación del día. De manera orientativa, toda nuestra jornada usando el transporte descrito anteriormente, sale por unos 110€/persona.
Recorriendo Suiza
El tercer día lo dedicamos a visitar ciudades del oeste suizo. Tocará ponerse guapo y quitarse la ropa de montaña. Eso sí, si ayer usamos el transporte público para movernos, hoy le toca de nuevo trabajar al coche de alquiler. Unos 350 km en la jornada de hoy.
Las visitas a las ciudades serán casi exprés. Donde dedicaremos pequeños paseos para ver las calles y monumentos más importantes, sin entrar en museos y demás exposiciones. Unas visitas que nos permitan darnos una idea general de cada una de las localidades.
Iniciamos nuestra jornada en Sión (30 min desde Rarón). En el GPS, la calle Sanetsch desde la que se obtiene una bonita perspectiva de su castillo de Tourbillon y abadía Dormicion. No tomaríamos más tiempo en esta ciudad.
Tocará conducir directos al afamado Castillo de Chillon (45 min desde Sion), situado en el lado este del lago Leman, cerquita de Montreaux. Su historia bien merece una visita detallada. Nosotros simplemente realizamos un breve paseo por sus cercanías para disfrutar de las vistas del lago y el impresionante emplazamiento de esta fortaleza.
Si decides no entrar al castillo, puedes hacer lo que nosotros. Ascender a Sonchaux (20 min desde Chillon), un pequeño albergue en lo alto de una loma con unas increíbles vistas del lago Leman. Un café allí arriba bien merece pagar 5€.
Gruyeres y Friburgo
Tras el ratito de descanso, iniciamos un bonito descenso hasta Montreaux. Gran ciudad que cruzamos sin bajar del coche para tomar destino Gruyeres (una hora desde Sonchaux). Afamado por su queso de agujeros, su castillo y un temático bar relacionado con la película de Alien. Una localidad turística y explotada para ello. Sus dos aparcamientos adecentados así lo confirman. Un paseo por sus calles, la visita al castillo y el olor a queso. Te gustará.
De Gruyeres, seguiremos dirección Friburgo (media hora desde Gruyeres). Ciudad medieval construida sobre un meandro del río Sarine. Realizaremos un paseo más detenido por su casco antiguo y la orilla interior. Debes cruzar los puentes Milieu y Berna. Hacer fotos desde ellos será un buen recuerdo para tu retina.
Berna, la capital de Suiza
Y de Friburgo, a la capital Berna (media hora), con su torre del reloj y cantidad de edificios emblemáticos como su catedral, palacio federal o casa de Newton. Otro pausado paseo por sus calles nos convencerá para comer en esta bella ciudad.
Visitar el parque de los osos será una actividad curiosa que también merecerá la pena. Y antes de despedirte de la capital, es aconsejable cruzar al otro lado del río Aar y visitar el bonito parque de Rosengarten desde el que existen unas perfectas vistas panorámicas del casco antiguo de la ciudad.
De camino a la zona de lagos, llegamos a Thun (media hora) y a un cercano castillo que parece sacado de las películas. Es el castillo de Oberhofen, en la orilla norte del lago.
El último objetivo del día será un tranquilo paseo por la isla de Thun, junto a sus campos de fútbol. Un rincón lejos de los turistas, donde pasan los días de descanso los ciudadanos de esta localidad. Una pasarela da acceso a una pequeña isla desde la que obtendremos una increíble vista del lago Thun.
Solo quedará volver a Raron. Pero aún no habremos terminado de vivir todas las experiencias de hoy, puesto que aún quedará atravesar la montaña subido a un vagón de tren que conecta el norte de la cordillera con el sur Kandersteg-Goppensteing. (25CHF el transporte)
Horario de trenes (primero y último) Kandersteg->Goppensteing (12:02-22:32).
Traslado. Valle de Lauterbrunnen
El cuarto día, toca traslado a la ciudad de Lucerna. En esta ocasión, el paso de nuevo hacia la zona norte lo haremos por el Grimselpass hasta llegar a Interkirchen.
En el traslado, tendremos la posibilidad de disfrutar del Aareschlut, un cañón estrecho del río Aare. Otra opción es subir al puente tibetano más largo de Europa en Gadmen para divisar el graciar Trift.
Pero nosotros decidimos ir al Valle de Lauterbrunnen. Es este un espectacular valle glaciar en forma de U que deja boquiabiertos a todo el que ose adentrarse en él. El valle de las 72 cascadas, como también es conocido. Opciones para realizar aquí, infinitas. Desde visitar Murren con sus espectaculares vistas a Jungfrau, Monch y Eiger. Hasta conocer Grindelwald para obtener otra bella perspectiva de estas icónicas montañas.
Nosotros decidimos subir a Wengen en tren por un económico precio (6CHF) desde la estación de Lauterbrunnen. El objetivo era el de disfrutar de las vistas que nos ofrece este bonito y peculiar valle con el viaje más corto de las opciones que disponíamos sobre la mesa. Debíamos tener en cuenta que era día de traslado y no nos podíamos entretener.
La bajada desde Wengen hasta Laterbrunen consta tan solo 4 km de pronunciado desnivel que nos ofrece unas impresionantes vistas del valle.
Cascadas del deshielo
De nuevo Lauterbrunnen, visitamos la cascada Staubbach, situada en el mismo pueblo a la que podemos acceder por unas escaleras y pasar bajo ella.
Tras el breve paseo, tomaremos el coche para recorrer el valle hasta el final y divisar cada una de las cascadas que van apareciendo a uno y otro lado de las blancas paredes verticales. En Stechelberg, donde acaba la carretera, se halla la cascada Murrenbach, la más alta de Suiza.
Pero lo que no nos podíamos perder era las Trummelbach o cascadas del deshielo de los glaciares de las tres gigantes montañas antes mencionadas.
Es impresionante la cantidad de agua por segundo que se vierte entre unos túneles que se han adaptado para observar este prodigio de la naturaleza. 12CHF por persona. Ojo porque os mojaréis. Pero merecerá bastante la pena.
Visto el valle, solo quedaba seguir nuestro rumbo hacia Lucerna, disfrutando del viaje en sí. Pero seguro con ganas de descansar en el nuevo lugar de residencia para los dos últimos días.
Un curioso alojamiento, el hostal-seminario Bruchmatt, donde pagamos 110 CHF por habitación doble y noche. Con baño compartido. Eso sí con aparcamiento y tarjeta transporte gratuita para los días de estancia (tiene una parada de bus a 20 metros).
Dio tiempo a un paseo tranquilo por el centro para cenar, tener una pequeña toma de contacto con la nueva ciudad y volver a nuestra nueva residencia.
Norte de Suiza
☞ Si tienes poco tiempo en Zurich, puedes contratar esta visita guiada en español por la ciudad.
El día siguiente tocaba la visita a la señorial Zurich (una hora en coche desde Lucerna) y las Cataratas del Rhin, en Neuhausen.
En el primero, tras aparcar en el parking público Einfahrt, dedicamos toda la mañana en pasear por las céntricas calles vertebradas por el precioso río Limago. Visitando desde el exterior sus edificios más emblemáticos. El paseo nos sirvió para observar sus prohibitivos precios de restaurantes y terrazas. A pesar de ello, es toda una ciudad señorial de la que disfrutar. Sus calles estrechas, su río y su Lindenhof, desde el disfrutar una bonita panorámica del centro de la ciudad, bien merecerán este paseo. ¿Serás capaz de escapar de la tentación de los escaparates llenos de chocolates?
Antes de tomar el coche, mojamos nuestros pies en el canal próximo al parking para recuperarlos de la caminata. Un rato de relax con un tentempié del Coop de turno.
Cascadas del Rhin (opcional)
La salida de Zurich a mediodía para tomar dirección Neuhausen (40 minutos en coche) y disfrutar de las cascadas del Rhin es opcional. Es este un lugar donde existe un salto del caudaloso río de apenas 20 metros de altura y más de 100 de anchura. Plagado de turistas. Por 5CHF puedes montar en un barco que te acerca a la misma caída de agua. Un pueblo sin mucho más interés que este, y que se encuentra junto a la frontera alemana.
☞ Otra manera de visitar las cascadas de Rhin es contratando una excursión (unas 3’5 horas de duración).
Toca volver a Lucerna (hora y cuarto de coche). Un pequeño descanso para más tarde disfrutar de un largo paseo por la tarde-noche. Será obligado tomar un delicioso helado mientras callejeas por la bonita ciudad de Lucerna, subir a sus murallas. Recorrer el río y tomar una cerveza en alguno de las terrazas con vistas al cauce de agua. Una bonita y relajante manera de terminar esta andadura por el país de las montañas.
☞ También hay excursiones en español a Lucerna desde Zúrich (9’5 horas), puedes reservar aquí.
Vuelta a casa…
A la mañana siguiente nos esperará un viaje de algo más de tres horas, pasando por el kilométrico túnel de San Gotardo, que nos llevará de nuevo a aeropuerto de Milán y tomar el avión con destino a casa.
De esta manera concluimos nuestro viaje por tierras helvéticas. Una escapada perfecta para tener una primera toma de contacto de este bello país. Tocando alguna de sus múltiples opciones. Fue nuestra elección. Espero que os han ayudado para seleccionar las vuestras y mejorar nuestro viaje.
Si quieres conocer algunos más de nuestros viajes, te invitamos a que pases por nuestro blog www.moreocio.com Estaremos encantados de proponerte nuevas experiencias.
Hasta la próxima. ¡Salud y viajes!
Qué rincones tan preciosos tiene ese país. Quiero ir algún día. De pueblito en pueblito.
Muchas gracias por compartir vuestra experiencia. Sin duda se nota que lo habéis disfrutado mucho. Estamos valorando hacer este viaje en septiembre, y me gustaría saber si no es indiscrepción, cuál fue vuestro presupuesto. Porque según estoy viendo tanto el acceso a las cascadas, glaciar etc es de pago, y los precios del tren y funicular son desorbitados. Mil gracias!