Ruta por el oeste de Irlanda I: Galway
Tréboles, patatas, arpas, duendes (leprechauns), Guinness, ceilidh, gaitas, pubs, James Joyce, colinas verdes… todo esto es sólo el comienzo de la singularidad de Irlanda. El carácter mítico del paisaje, su historia casi palpable y un largo periodo de estabilización han hecho que la confianza y la vitalidad arraiguen por fin en este país. No obstante, ha sabido mantenerse intacto uno de los elementos más atractivos de Irlanda: el carácter y la hospitalidad de sus gentes, que harán que tras tu visita, ya no consigas olvidarla.
Viaje por el oeste de Irlanda
Han pasado nueve años desde la última vez que viajé a este país. Tenía 16 años y chapurreaba el inglés, así pasé una temporada viviendo con una familia irlandesa como muchos otros chavales españoles en época estival. Después de tanto tiempo, Irlanda me vuelve a llamar de improvisto. Quería que conociera su parte oeste junto con otros bloggers de viajes: 3 Viajes al día, Destinos actuales, Kebrantin y Voy a Internet . ¡Cómo iba a decir que no! No podía esperar más, una ola de calor me empujaba aún más hacia el norte. Lo necesitaba. ¡Vámonos a Irlanda!
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Como os conté en el primer concurso “¿A dónde va Inés?”, Irlanda se independizó el siglo pasado, concretamente en 1922 pero perdió la zona del norte que es mayoritariamente protestante, a diferencia del sur católico. La bandera tricolor lo muestra; la franja verde corresponde a los católicos, la naranja representa a los protestantes y la blanca simboliza la paz que algún día llegará entre ellos.
Irlanda ha tenido las siguientes invasiones que trajeron diferentes elementos del país:
1º: Los Celtas. Llevaron la música y la danza así como el idioma nacional, el gaélico. Éstos adoraban a elementos de la naturaleza como el Sol o los árboles.
2º San Patricio (año 433): para convertir a estos paganos al cristianismo, y lo que es más difícil, hacerles entender el misterio de la trinidad, tomó un trébol para explicarlo ya que éste se compone de tres hojitas que forman un todo. Así, navegó por los ríos expandiendo la religión.
3º Vikingos. Fundaron ciudades amuralladas como Dublín –que significa “pozo negro de carbón”- o Galway y dividieron al país en 4 provincias y 32 condados que aún se mantienen. En Belfast dos reyes vikingos protagonizaron una curiosa historia. Los dos monarcas estaban peleando por el territorio y acordaron que el primero que alcanzara tocar el río se lo quedaría. Uno de ellos se cortó una mano y la lanzó. Ganó el terreno y por eso el símbolo de Belfast es una mano roja.
4º Normandos: éstos eran prácticos. Trajeron la acuñación de monedas, los sistemas de riego y cómo no, el vino.
5º Británicos. Usurparon las tierras y emplearon a los irlandeses. Vivieron una época muy dura en la que no se les permitía hablar o cantar en gaélico, trabajar en oficinas públicas, celebrar misas católicas o votar. Así durante 800 años hasta que se independizaron en 1922 y pasaron a llamar Eire a la isla (Irlanda en Gaélico).
Tras esta breve introducción a la historia de Irlanda, pasamos a conocer uno de los elementos más típicos del país, el whisky. No sin antes comer un combinado de pollo en salsa y patatas preparadas de diferentes maneras (cocidas y en puré), tubérculo que jamás falla en los platos irlandeses. Lo que más se consume es el salmón, el cordero, el pollo… pero poca vaca. Es más, la exportan al país que menos me podía imaginar: ¡a la India! Esto se debe a que existen familias indias que no consideran sagradas a las reses nacidas en el extranjero, y por tanto, sí se permiten para consumo humano.
En la destilería de Kilbeggan de John Locke es la más antigua del mundo y pudimos probar su whisky Kilbeggan. El primer trago, de nada más y nada menos que 65º nos echó a la mayoría hacia atrás, se trataba de whisky sin madurar. Por mi parte se me quedó atravesado un buen rato, notaba ese intenso calor en el pecho. Finalmente bebimos el famoso Kilbeggan Finest Irish whiskey y qué diferencia. Un sabor muy agradable a hierbas que no tenía nada que ver con el matador del principio. Durante la visita vimos la maquinaria funcionando y las enormes cubas en las que se estaba fermentando la bebida.
Subimos al autobús y al conductor se le ocurrió poner música de Enya, un grupo nacional tan relajante que todos nos quedamos dormidos en poco tiempo. El whisky también ayudó.
Y es que Irlanda, además de exportar reses o bebidas alcohólicas, también se conoce fuera por su música. ¿Quién no ha escuchado a U2, the Cramberries, the Corrs, Mary Black, Sinéad O’Connor, Van Morrison, Snow Patrol.o a the Chieftains?
Llegamos al bonito hotel The House Hotel en el centro de Galway junto al Arco Español para dejar nuestras cosas y disfrutar del lugar. Otra manera de alojarse aquí son los Bed&Breakfast. Numerosas casas cuelgan un cartel con el símbolo B&B que quiere decir que alquilan habitaciones en las que te despiertan por la mañana con un buen desayuno casero.
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Sin duda, la mejor manera de encontrar hoteles baratos en Galway y en otros lugares del oeste de Irlanda es mediante Booking. Indica en el mapa la ciudad, el número de personas y las fechas y te saldrán todos los alojamientos disponibles de todas las categorías: desde albergues en los que se comparte habitación hasta el hotel más lujoso.
En la cena del Salthill Hotel comenzó a cambiar a mejor mi concepción de la gastronomía irlandesa hasta llegar a pensar al final del viaje que éste es un país en el que se come bien. No tenía esa idea de mi primera estancia en Irlanda en que aparte de patatas y té, no cataba mucho más. ¡Pero no es así! Una deliciosa tartaleta de pollo con champiñones y una bola de salmón empezaron a convencerme. Los pescados son muy buenos y se cocinan de maneras muy diferentes y más tarde terminaría aficionándome a la crema de marisco.
En el mismo hotel asistimos a un espectáculo de música tradicional irlandesa, The Trad on the Prom Irish Music & Dance Show. Música a base de muchos instrumentos como el teclado, la batería, flautas y por supuesto, gaitas y violines. Incluso tocaron dos solos de gaitas gallegas. Las animadas danzas irlandesas de origen celta están llenas de piruetas y se bailan normalmente con los brazos rectos.
Me interesa el lugar y estaré en Reino Unido unas semanas; por lo que pueda cruzar hacia Irlanda y recorrer este bonito lugar pues me gusta mucho la naturaleza y conocer ciudades no tan conocidas de Europa.
Uaaau, castillo de cuento eh el del fondo… La verdad es que siempre me ha dado pereza viajar a Irlanda, especialmente por el tiempo, pero creo que tendré que ir algún día…
Con este bochornazo, qué apetecible esta ruta por el Oeste de Irlanda! Para cuándo la segunda entrega Inés? Nos has dejado con ganas de más!!
Saludos,
Muy buen relato Inés!
Si te soy sincero, conocía pocos de estos lugares, pues quizás Irlanda ha sido uno de esos países que nunca me ha llamado especialmente la atención. No obstante, con este artículo me vienen ganas de irme allí de inmediato, como dices, para refrescarse un poco de esta calor que tenemos aquí!
En fin, que sigo tu viaje a Irlanda! hehe
Un abrazo,
Blai
Muy buen post, Inés!!
Qué ganas de conocer esa zona de Irlanda! Es un asunto pendiente… He ido hasta tres veces a este país, me parece precioso y siempre lo he disfrutado muchísimo. Su gente es súper abierta y los paisajes son de película… a ver si un día de estos me pongo y viajo hasta la zona noroeste!
Has estado alguna vez en la parte del Anillo de Kerry? Impresionante!!!
Un saludo!!
Hola Inés!
Ya dábais envidia por Twitter, pero ahora leyendo… joe!! Menudo comienzo!
Ya se que te lo he dicho antes, pero lo repito: incorporar los dibujos que haces me parece genial. Son una pasada! 😀
Saludos!
Roberto
Girola, pues no es mala idea. Verano es una buena época para ir y alejarte un poco de este calor. El dibujo es de la abadía de Kylemore de la que hablaré en el próximo post. Puedes ver más dibujos en su sección http://misviajesporahi.es/dibujos
Gracias, Paco, se hace lo que se puede 🙂
Chelo, para la próxima vez ya sabes a donde ir, jeje. Yo me volvería ahora mismo que tengo un calor en Madrid…
Lucio Vallarta, que tengas un buen viaje a Irlanda, seguiré escribiendo sobre mi viaje por este bello país.
Antonio, buen punte histórico. No me he ido tan atrás pero gracias por completarlo!
Dany, ya te digo!! Ahora es la época perfecta para ir a Irlanda.
Víctor, cosas que pasan. Para la próxima desvía tu viaje, jeje.
Irene, veo que aprovechaste bien tu estancia en Irlanda. Paisajes maravillosos, tiempo cambiante, gente majísima, tú lo has dicho. Hablaré más sobre esa singular abadía en medio de la nada 🙂
Helena, que te gustan el whisky y los bailes? A qué estás esperando! Mírate el último vídeo del post, que sale la marcha que hay en un bar de música en directo. Muy divertido.
MC, yo achaco que comiera mal al haber estado en una familia. Me explico, a ellos les dan un dinero por recibir estudiantes y algunos intentan ahorrarlo al máximo dándole al pobre crío patatas y poco más. O eso me pareció…. En cambio, tienen specialidades muy ricas como pescados o esa rica crema de marisco. Un saludo!
Leo tus comentarios y se me ocurre que te vamos a «copiar» el viaje en nuestras próximas vacaciones en julio, así nos escapamos del calor horroroso , que cada año llevo peor, y disfrutamos unos días de esos paisajes relajantes.
¡Por cierto, Inés, nos obsequias con uno de tus preciosos y sugerentes dibujos pero no nos dices qué sitio es!
Yo también tengo un recuerdo de mala comida en Irlanda y también pasé un verano en Dublín!! La verdad es que la comida es lo que peor llevé de mi estancia en ese país. Qué pena que al final no tuviera la opción de visitar otras zonas del país como Galway.
Saludos
¡Que chulo inés! Es un país al que me encantaría ir, pero nunca he encontrado el momento… Con lo que me gustan a mi The Corrs, el whisky, los bailes… jejeje
Debió ser muy interesante el espectáculo de música tradicional.
Un saludo
¡Qué bonita es Irlanda! Llevaba desde peque soñando con ir allá, y el año pasado (¡por fin!) me dieron beca y me fui tres semanas a Dublín, a practicar inglés. Un fin de semana nos escapamos de excursión a la zona de Galway y Connemara: nos quedamos en un hostal en un pueblecito perdido, pasamos por la abadía de tu foto (hermosa, te quita el aliento verla aparecer sobre el lago, de la nada), y en dos días tuvimos lluvia y estuvimos en la playa… quitando el tiempo irlandés (o quizá a causa de ello también, que le da su toque, aunque una, que es del norte, esté ya hartita de lluvia) me quedaría con todos esos paisajes verdes maravillosos y con esa gente que está siempre dispuesta a ayudarte :).
¡Genial artículo Inés! Súper completo.
Lo cierto es que no entiendo cómo no he ido aún a Irlanda habiendo ido tantas veces a Gran Bretaña, pero bueno, espero subsanarlo pronto, mientras tanto tomo nota de todo lo que comentáis gracias al blog trip 😉
Hola Inés!!! Que bien tiene que venir una visita a esas tierras del norte, con «la caló» que estamos pasando por aquí… bffff!!! A mí Dublín me gustó mucho, pero esta parte del país no la conozco y tiene que tener unos paisajes impresionantes. Sigo atento a las próximas entradas… 🙂
Me encantó Eire cuando la visité: mucha historia, buena música, y por supuesto, GUINNESS! Solo visité Dublín y algunas necrópolis con cruces céltas. El origen de los irlandeses es muy antiguo, de hecho Eire deriva de Arya, los pueblos provenientes de la india, que pasarían a ser indo-europeos.
Irlanda es hermoso, uno de los lugares que me gustaria visitar en mi siguiente viaje a Europa, gracias por compartirlo
Inés!
Qué envidia me das! Estuve mirando para irme este verano a Irlanda a aprender inglés en una familia (desde que vi el programa de Españoles en el Mundo en Dublín me quedé enamorada de ese lugar) pero al final me decidí por Oxford.
De todas formas, tengo que decir que al leer tu entrada me ha hecho estar más segura de que no tardaré mucho en decidirme a ir allí.
Saludos!!
Una maravillosa introducción la que nos has narrado, un trozo de la historia de irlanda y un magnifico y completo reportaje gráfico, felicidades por tu buen trabajo, recibe un fuerte abrazo amiga mía
Eso pensé, no sabía que John Locke se dedicara a esto jajaja. No es un lago, ni un río, ¡es el único Fiordo de Irlanda!
«En la destilería de Kilbeggan de John Locke» .. no sería un señor calvete, de sonrisa bonachona y ojos azules … que quiza vaya en silla de ruedas? =P
Muy chulo el articulo y muy chula la panorámica del río (o es un lago?) =)