Ruta por el oeste de Irlanda III: Lisdoonvarna, Acantilados de Moher y Surf en Lahinch
El último día del viaje por el oeste de Irlanda no nos engañó amaneciendo con un sol radiante sino que nos dio unos grises buenos días. La lluvia permanecería durante todo el día: algunos ratos solo notaríamos un leve sirimiri y otras veces caería agua como si ésta fuera infinita. Por eso esta vez no me olvidé ni del paraguas ni del chubasquero y salí a disfrutar del último tramo del recorrido en el que visitaríamos Lisdoonvarna, los acantilados de Moher y la costa atlántica para hacer surf, deporte que no requiere que haga buen tiempo para practicarlo.
Salimos hacia el condado de Clare para conocer Lisdoonvarna, un pueblo que se ha hecho famoso por su “festival de solteros” que no pudimos disfrutar porque se celebra durante el mes de septiembre, pero nos pudimos hacer a la idea gracias a la explicación de nuestra guía:
El Lisdoonvarna Matchmaking Festival es el evento más grande de Europa para solteros (y solteras) con un mes entero de danza y música para encontrar pareja que comienza cada día desde 12 del mediodía hasta bien entrada la noche. No sé si tiene algo que ver, pero en este pueblo me tomé una Coca Cola de lo más amorosa. Habrá que volver en septiembre, ¿no?
Continuamos en autobús hasta el muelle de Doolin en donde tomamos un ferry para contemplar los famosos acantilados de Moher desde el mar. El tiempo no acompañaba y acabamos mojadísimos pero el espectáculo fue impresionante, sobre todo cuando nos acercamos al farallón de Branaunmore en el que únicamente se escuchaba el sonido de las aves atlánticas que ahí vivían.
Por si fuera poco, al comienzo del recorrido un delfín se acercaba al ferry saliendo del agua unos segundos: los suficientes para darnos cuenta de que estaba ahí pero no como para poder fotografiarlo.
Los acantilados de Moher se extienden durante 8 kilómetros y llegan a alcanzar una altura de 214 m.
Para entrar en calor, comimos un sándwich con patatas y una sopa de marisco en el Gus O’Connors Pub, un bar restaurante tradicional muy concurrido tanto por lugareños como por visitantes de los acantilados.
Pero aún quedaba ver los acantilados desde otro ángulo. En la torre de O’Briens se puede tener una panorámica del paisaje de Moher, aunque nos costó subir debido a la tormenta y como veis, mi paraguas se puso al revés. Menos mal que estaba Miguel para inmortalizar este vergonzoso momento.
Por otra parte, se puede llegar hasta el mirador en diez minutos de caminata desde el centro de visitantes. Un edificio que tiene cafetería, un museo y pases de una película de animación sobre este fenómeno natural que desde julio de 2009 se encuentran entre los 28 finalistas de las «Siete Nuevas Maravillas de la Naturaleza». Se espera que se enuncien los ganadores el día 11 de noviembre de 2011. Veremos que ocurre, pero de momento estos acantilados ya han llamado la atención de cineastas puesto que han sido escenario de películas como La princesa prometida o Harry Potter y el misterio del príncipe.
A media tarde decidimos, por qué no, atrevernos a hacer surf en el Océano Atlántico por primera vez. Para ello hay una escuela de surf en Lahinch (Tel: 065 7082061). En cuanto me coloqué el neopreno dejé de tener frío pero… no había olas. Así que más que hacer surf, hicimos torpes intentos por subirnos a la tabla. En serio, no es que seamos torpes, es que no había olas. Creedme… ¡he dicho que me creáis! Jo…
Al final de este vídeo resumen de nuestro último día de viaje podéis ver algunos de nuestros tozolones.
He de decir, que no hace falta que haga sol o que no llueva para hacer surf, el traje de neopreno abriga mucho como os podéis imaginar, así que si os hace un mal día en Irlanda, ya sabéis lo que podéis hacer para tener una gran jornada. Por mi parte, le agradezco a Rubén que nos hubiera grabado hacer el mono a pesar de que no estaba equipado para el frío. He aquí, cuando la profesora de surf nos enseña cómo coger la ola antes de pasar a la práctica.
Tras hacer el ridículo –aunque lo pasamos como críos, todo hay que decirlo-, descansamos en nuestro hotel en Galway para secarnos e ir a lo que sería nuestra última cena. El lugar fue el Kirwan’s Lane Restaurant & The Seafood Bar en el Latin Quarter. No valgo como crítica culinaria pero puedo decir que es el lugar en el que mejor he comido de Irlanda.
Y para terminar el día (y el viaje) tomamos unas pintas de Guinness con música en vivo en el Kings Head pub, un bar de más de 800 años de antigüedad… que se dice pronto.
Más info del viaje:
–Ruta por el oeste de Irlanda I: Galway
–Ruta por el oeste de Irlanda II: Galway y Kylemore
¡Qué ilusión ver esas imágenes de los acantilados de Moher! Hace tan solo un par de meses que estuve por ahí. Alquilé un coche con unos amigos e hicimos la ruta costera desde Galway hasta los acantilados y la ruta del interior para volver. ¡Toda una experiencia eso de conducir por la izquierda!
Los Acantilados de Moher es el lugar que más me llama la atención de toda Irlanda, aunque veo que os hizo un viento de locos xDDD
Muy curiosa la lata de coca cola, yo que suelo coleccionar las de los aviones y algunas así curiosas que voy encontrando por el mundo, me la hubiera llevado seguro 🙂
Saludos!!!!
Helena, el día fue completísimo a pesar del tiempo. En realidad hicimos todo lo que queríamos hacer. Eso sí, a la vuelta me compré una funda impermeable para la cámara que la pobre me ha sobrevivido de milagro. Un saludo!
Juan Coma, pues cuando quieras, que este verano no me voy a mover de los madriles!
M.C Lo de llenarse las plazas y los parques de gente en cuanto sale un rayito de sol lo he visto también en Alemania… es normal, luego no me extraña que muchos veraneen en el sur de Europa. En cambio, yo prefiero ir en verano a lugares como Irlanda en donde sé que no me voy a achicharrar. Un saludo, maja!
Jorge, gracias por tus palabras, qué suerte haber ido este año a la Ruta Quetzal!
Bleid, tienes pensado ir proóximamente a Irlanda? Seguro que te encanta!
Ivanez, el ferry se coge en el muelle de Doolin. El paisaje es una pasada, sí 😉
Donde se cogia el barco que te hacia el recorrido por los acantilados?? Tambien es que segun llegué, me recorri los acantilados de punta a punta, aunque si hace aire no es muy recomendable, porque algunas zonas pasan a muy poco del borde, y no me fije mucho en las cosas que había, porque con el paisaje ya me quede embobado!!
unas imagenes impresionantes y es que todo el mundo habla maravillas de Irlanda y la describen como nos la muestras verde y tranquila
un fuerte abrazo
Inés, es una maravilla recorrer tu blog. En él aúnas cultura con viajes y diversión. También es impresionante la cantidad de lugares que has visitado, aprovechándolos al máximo como demuestras en tus entradas.
Qué curioso lo de la ciudad que hace la fiesta para solteros!!! No había oído nunca hablar de ella, pero tiene que estar bien!! jejeje Y lo del cielo gris en Irlanda es de lo más normal… Lo raro es que se vea el sol!! jejeje Así les pasa a los irlandeses, que en cuanto que ven un rayito de sol se emocionan, se arremangan y se ponen a tomar el sol.
Saludos
Buen trabajo Inés
Saludos …a ver si nos vemos pronto!
Menudo día más completo, entre lo del festival del amor, los acantilados y el surf… ¡Anda, que os lo pasasteis poco bien! Una pena el mal día que os hizo, porque con sol ya debe ser alucinante…
Un saludo