Croacia

DUBROVNIK, Croacia

Ganesh en Dubrovnik
Ganesh en Dubrovnik

“Bienvenido a la República independiente de Ragusa”, leerás. Y pensarás – “¿Pero yo no había venido a Croacia a ver Dubrovnik?” Y también estarás en lo cierto. Este curioso cartel se puede leer si entras por tierra o aire (nunca he llegado en barco) al condado de Dubrovnik-Neretva, la provincia croata donde se asienta la autodenominada “La perla del Adriático”.

Ragusa (“El precipicio”, “la roca”, del griego Lau) o Dubrovnik (“la ciudad de los robles” del vocablo croata Dubrava) fue una república plenamente soberana en el Adriático desde el siglo XIV hasta el XIX, cuando Napoleón toma la ciudad y la anexa al Reino de Italia, entonces controlado por las tropas del imperio francés.

Dubrovnik Croacia
Dubrovnik Croacia

No entraré en muchos más detalles históricos salvo para decir que Ragusa casi nunca hizo honor su propio lema, que reza “La libertad no se vende ni por todo el oro del mundo” pues durante muchas décadas, debió pagar un fuerte tributo en forma de ducados del preciado metal al imperio otomano para poder conservar su independencia. Eso sí, cumplió fielmente durante cuatro siglos el escrito de su bandera oficial, que contiene en caracteres bien grandes y legibles la palabra “Libertas”. Para que te enteres bien.

Libertas, bandera de Dubrovnik
Libertas, bandera de Dubrovnik

Playas de cantos, montañas, pescado, gatos, sol, cruceros, españoles, escaleras, joyas, restaurantes, conductores temerarios, ostras, discotecas, pizza, turistas horteras y sin “horterar” … tejados rojos y mármol blanco. Todo esto y mucho más te valdrá para definir a la “perla del Adriático”, ”Atenas del Adriático”, “Florencia del adriático” o lo que te dé la gana en cuanto al Adriático. Dubrovnik es una ciudad que vive del turismo y no lo oculta, pero es que la antigua Ragusa puede presumir de ello. El casco antiguo es uno de los primeros monumentos declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco, concretamente en 1979. Si consigues abstraerte lo suficiente, quizá consigas borrar los centenares de apartamentos que se levantan sobre las montañas de san Sergio, y cambiarlos por los palacios venecianos que dominaban la ciudad, los  nobles de Ragusa paseando por el empedrado de mármol de sus calles, los barcos de mercancía atracados en el puerto y los artesanos, comerciantes y joyeros, vendiendo su mercancía en el mercado de la plaza Gundulizeva.

croacia Dubrovnik gato
un gatito de Dubrovnik

Llegamos a Dubrovnik procedentes de Kotor (unas tres horas, 8 euros) a la estación de Kantafig, al lado del puerto y sin pensarlo demasiado, buscamos unos taxis que nos acercaran a nuestro hotel. Intentamos negociar con los taxistas, pero estos son perros viejos y algunos incluso nos negaron la carrera. Encontraras unos precios estimativos en la parada del autobús pero parecen estar bastante obsoletos, así que tendrás que rascarte el bolsillo. Un taxi desde ahí a la puerta del Stari grad (la ciudad vieja), a unos 25 minutos andando, cuesta unos 10-12 euros (80 kunas aprox).

Encontrar alojamiento en Dubrovnik es relativamente sencillo. En la puerta del Stari Grad o en la estación de autobuses, siempre encontrarás gente que te ofrecerá habitaciones en casas particulares. El problema que tiene, al igual que en Kotor, es que suelen estar bastante alejadas del centro de la ciudad. Infórmate antes de donde están con un buen mapa y negocia el precio. No deberían superar los 20 euros por persona y noche. Si reservas con tiempo, puedes encontrar alojamiento en uno de los pocos hostels (si no el único) que se encuentra en el centro de la ciudad vieja, el “fresh sheets”, algo caro y normalito, pero tiene el encanto de estar al lado de las murallas. Yo pagué 15 euros por dormir en un pequeño sofá en la recepción que, a juzgar por los picores en mis piernas, poseía su propia fauna de pulgas. Sea como sea, mi opinión es que reserves antes, para no encontrarte problemas. Aparcar por el centro, también suele ser complicado.

Esta vez nos alojábamos en el Guesthouse Lili, (15.4 euros la noche en agosto en habitación para 5 personas. 18.45 euros la noche habitación doble, baño compartido) y resultó estar en la parte más alta de la ciudad, a unos 15 minutos andando del Stari Grad y con unas fantásticas vistas de toda la ciudad, tanto vieja como nueva, pero eso sí… lo de sufrir cuestas y escaleras no nos lo iba a quitar nadie. Hay que decir que disfrutamos de unas cenas estupendas en la terraza.

vistas de Dubrovnik
vistas de Dubrovnik

Pertrechados con nuestros bañadores y con ganas de pasear por la ciudad antigua, atravesamos la “Pile gate” (La puerta del puente) bajo la muralla y entramos en el Stari Grad. Las murallas de Dubrovnik se pueden visitar (unas 40 kunas, 7 euros), y rodean completamente la ciudad vieja, incluyendo la zona del puerto, donde se encuentra la segunda puerta. Construidas entre los siglos XII y XVII, las murallas cubren Ininterrumpidamente 1940 metros y es una de las mejores y más complejas estructuras de este tipo que se pueden ver en Europa.

croacia Dubrovnik croacia Dubrovnik vista clásica

 

Entre los turistas, llegamos a la catedral católica de la ascensión de la virgen María, una bonita y luminosa catedral de estilo barroco donde, previo pago (creo que eran unos 5 euros), podrás ver el tesoro de la catedral en una pequeña capilla decorada con rollizos angelitos. Después de la visita de rigor, nos dirigimos al que era nuestro objetivo. Si llegas al puerto, y coges la calle que sube por la derecha, justo bajo la muralla, a unos 100 metros te encontrarás con una pequeña puerta. Cuando la atravieses te encontrarás en el bar Buza. El bar Buza no es más que una barra, dos neveras para mantener fresquita las Karlovacko (la cerveza local) y unas cuantas sombrillas, pero podrás poner tu toalla en las rocas y zambullirte en el azul Adriático a la sombra de las murallas o tomarte una cerveza o una copa tranquilamente mientras ves el atardecer.

playa de roca de Dubrovnik
playa de roca de Dubrovnik
crucero pasando por Dubrovnik
crucero pasando por Dubrovnik

Después del baño y más relajados, nos fuimos a otra de las visitas imprescindibles que hay que hacer si vas a Ragusa.  La comida croata es muy similar, sobre todo en las zonas costeras, a la italiana. Encontrarás decenas de bares que ofrecen pizza o pasta a buen precio (pizza + birra = 10 euros más o menos) pero el objetivo era el Lokanda Peskarija. Saliendo al puerto, seguramente encontrarás una fila de infarto (especialmente en temporada alta). No es para tanto. Es gente esperando una mesa en este famoso restaurante. Tardarán unos 20 o 30 minutos en darte una mesa. Sin manteles, en pequeñas cazuelas de barro y en mesas y bancos de madera, un servicio atento y simpático te servirá el mejor pescado del día, ostras frescas (deliciosas), risotto de marisco, langosta, o lo que el bolsillo te permita. No es especialmente caro. Por unos 15 euros, bebida incluida, saldrás mucho más que contento. Yo he estado tres veces en Dubrovnik y he ido a comer o cenar allí cinco. Nunca he salido descontento. Después de cenar, si te ves con fuerzas,  acércate al espigón del puerto y encontrarás una barra con otros dos frigoríficos donde tomarte una cerveza con algo de música chill-out.

 

Yo recomiendo, si te lo puedes permitir, visitar Dubrovnik a partir de las dos o las tres de la mañana. Encontrarás la ciudad vacía, las callejuelas silenciosas y el mármol blanco del suelo en la calle principal iluminado por las farolas, reflejando los viejos palacios venecianos. Podrás ver el mar calmo, vestido de un profundo color negro y las sombras de la muralla extendida  como un manto sobre las casas de los raguseos que aún residen en el Stari grad. Quizá, como yo, encuentres a algún viajero durmiendo con los brazos entrelazados en su mochila en un callejón y a algún trasnochador andar errático saliendo de los últimos bares abiertos. Quizá encuentres a algún gato que te mirará hoscamente, porque estas invadiendo su territorio a sus horas de actividad. Te dará una perspectiva distinta de la ciudad, mucho más bonita, recogida sobre sí misma esperando que el amanecer vuelva a traer los ruidos, el olor a pizza recién hecha, el pescado  recién extraído del Adriático, los perfumes y las verduras del mercado de la plaza Gundulizeva… antes de que el amanecer vuelva a traer a los cientos de turistas que, como yo, invadirán invariablemente las estrechas callejuelas. Aquí también puedes observar cómo algunas personas que vienen contentas de la fiesta intentan llevar a cabo una proeza típica de Dubrovnik. Se trata de subir a esta piedra unida a la pared y al mismo tiempo, quitarse la camiseta con el fin de que se cumpla el deseo que uno ha pedido o recibir una buena dosis de amor.

croacia Dubrovnik por la noche
croacia Dubrovnik por la noche
croacia Dubrovnik de noche
croacia Dubrovnik de noche
Dubrovnik de noche
Dubrovnik de noche

 

curiosa costumbre de subir a una piedra y quitarse la camiseta en Dubrovnik
curiosa costumbre de subir a una piedra y quitarse la camiseta en Dubrovnik

Si tienes el bolsillo flojuno y se te ocurre desayunar en la calle principal, un sándwich, un café y un zumo de naranja de bote, te costará la friolera de 12 euros mientras pequeñas motos pasarán con sus remolques repletos de alimentos y bebidas para abastecer a los bares. No existe el transporte rodado en las vetustas calles del Stari Grad. No habría sitio para hacer pasar un coche o un camión Todo se hace a mano desde la calle principal y los dueños de hoteles y bares bajan a buscar sus suministros a la calle principal. En mi caso, cuando me alojé en el fresh sheets, Karmen, la manager, me ofreció un par de birras gratis si bajaba a ayudarla a traer suministros para el hostel. Sí, acepté.

Dubrovnik no tiene playas de arena como podrían ser las españolas (o yo no las he visto). Toda la costa dálmata está salpicada de estrechas playas de “arena gorda”, como lo llaman los croatas. En mi pueblo se llaman piedrecillas.  Siempre están abarrotadas. Si quieres disfrutar de un baño tranquilo y/o divertido, carga la mochila con unas cervezas y un sándwich  sal por la “Pile gate” y empieza a subir la calle Branitelja Dubrovnika. Cuando termines la cuesta en curva, y pasado un rato, a la izquierda verás unas escaleras que bajan a un estrecho parque en la ladera de la montaña. Al final del parque encontrarás un sendero semioculto por los arbustos que baja directamente al mar. Allí encontrarás muy poca gente, en su mayoría croata, con sus toallas plantadas en las rocas, tomando el sol y bañándose. Pon la tuya y salta desde el risco de 5 metros de altura directamente al mar, o utiliza la escalera y sumérgete en el agua del Adriático. Hagas lo que hagas disfrutarás de una tarde agradable.

salto del ángel

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Por la noche, si te ves con ganas, Ragusa tiene una amplia oferta en el tema de la farra. Podrás encontrar bares del estilo que te apetezcan por la ciudad antigua (cierran a las dos) o discotecas por la zona del puerto nuevo. Nosotros este año elegimos la opción de bares en la zona antigua y nos tomamos unas cervezas rodeados de turistas de todas las nacionalidades. Si optas por esto, espero que tu alojamiento esté cerca del centro, porque las colas para coger un taxi son cuasi-eternas y en nuestro caso, tuvimos que  volver a pie, subiendo unas eternas escaleras hasta llegar al Guesthouse Lili. También te diré que ver conducir a los taxistas croatas da el mismo miedo que  llegar a casa un sábado y encontrarte a la duquesa de Alba durmiendo en tu cuarto. Nunca he visto en ningún otro sitio adelantar en curva, con línea continua, en el centro de una ciudad a unos 80km/h. Da un poco de mal rollo.

En resumen, Dubrovnik es un placer tanto para visitarla tanto en un solo día, como para pasar 5. Hacer un alto en el viaje y pasar un par de días haciendo el vago y con el cerebro en modo “off” siempre se agradece. La antigua Ragusa tiene ofertas para todos los gustos, tanto si te gusta la cultura como si solo quieres sol y playa. Disfrútala.

 

Ciudad vieja Dubrovnik
Ciudad vieja Dubrovnik

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9 comentarios

  • Borja dice:

    Muy buen artículo, me ha encantado. Estamos considerando si ir a Duvrovnik y me has dado mucha envida!Además

  • JMartinC dice:

    Muy buenos datos. Excelente!!
    Muchas gracias

  • Sonia dice:

    Muy interesante el artículo! Yo visitaré Dubrovnik este mes de abril… ay que ganitas que tengo ya! 🙂 Así que tomo buena nota de tus consejos. De momento tenemos una apartamento reservado por el resto iremos viendo… 🙂

    Un saludo,
    Sonia

  • No se porque pero siempre había considerador que Dubrovnik al ser un destino explotado en época de verano por cruceros y fiesta al estilo Ibiza, tenía unos precios más caros, pero viendo donde os alojásteis, se ve que hay oferta para todos los bolsillos.

    Sin duda me apunto lo de saltar desde el acantilado (sin que se entere mi madre xD) y lo de la foto contra la pared, eso sí, me gustaría saber como te dije en twitter porque leches lo hacen, yo había leído que principalmente lo hacen las chicas y pensaba que era la típica tontería de si lo haces te quedas embarazada o te crecen las tetas, pero visto lo visto, parece que es una costumbre clásica entre los «borrachines» y poco más, aunque si alguien da luz a este tema, se agradece 😛

    Anotado queda lo de visitar la ciudad a altas horas de la madrugada, que con la actividad que suele haber por el día seguro que se agradece caminar con calma.

    Saludos!!!

  • Julia Comino dice:

    Creo que vi el mismo gato 🙂 tranquilamente sentado junto a un Museo y dejandose fotografiar con los turistas! Y sin duda comparto tu opinión de visitar la ciudad de noche, merece la pena. Yo también recomendaría disfrutar de las vistas de la ciudad desde las alturas.

  • Fernando dice:

    Hola M.C … los precios son un poco como España. Quiza algo más caros en relación calidad – precio, pero se puede sobrevivir de supermercado también, especialmente si coges una habitación en algún piso o hostel que tenga cocina. Es un buen sitio para pasar tanto 1 semana como solo un par de días y luego seguir de ruta por la costa dálmata =)

    un saludo

  • Hola Inés!
    Al igual que a M.C, a mi también me ha sorprendido el tema de los precios. Está bien saber que se puede comer muy bien por ese precio! no hay más que ver las supercazuelas! jeje.
    Y estoy contigo, la ciudad de noche sin tanto turista gana mucho!
    Ah! Muy chulo el efecto «light art» de Fez, a mi no me sale ni la mitad de bien que a ti. enhorabuena!!

    =)

  • M.C. dice:

    Hace años que tengo ganas de conocer Dubrokniv y después de leer tu relato, más ganas aún… Lo único que no imaginaba que los precios fueran tan caros…
    Saludos

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