Colombia

Camarones y los indígenas Wayúu de LA GUAJIRA

 niños de la Guajira

La Guajira es una península del tamaño de El Salvador que se encuentra en el mar Caribe y hace frontera con Venezuela. Un desierto costero en el que conocer a los indígenas que sobrevivieron al colonialismo, como los Wayuú -también llamados guajiros-, y alejarse de las rutas turísticas convencionales.

Nuestro campo base durante una parte de nuestra estancia en La Guajira fue el pequeño pueblo de Camarones, concretamente la escuela infantil en donde ron repartimos por las aulas colocando nuestras esterillas, sacos de dormir y mosquiteras. Había cuartos de baño pero de los grifos no salía una gota de agua. Esta región es mayoritariamente desértica y la población en la que nos encontrábamos no tenía acceso a agua corriente. No obstante me di cuenta de que mi teléfono móvil captaba una señal de wifi, por lo que pude enviar al mundo el siguiente triste Tweet que fue muy comentado:

“Hemos llegado a Camarones, un pueblo en el que hay señal de wifi pero no cuenta con agua corriente en sus casas #MVPcolombia”

Salimos a dar una vuelta por el pueblo. Algunas casas de techos de hojalata estaban protegidas por setos a base de altos cactus, los cerdos deambulaban a sus anchas y había palos con espumillones estratégicamente colocados que hacían las veces de pinos de Navidad. Quizá era éste el único elemento que me recordaba la época del año que estaba viviendo puesto que el calor era abrasador en medio del desierto de la Guajira.
Encontramos dos comercios contiguos: una tienda de ultramarinos y un bar. Nos sentamos y como aún no había desayunado, me pedí un café. La amable señora que llevaba el establecimiento me lo preparó tomándose su tiempo, pero con una presentación impecable; con su azucarero y varias tazas por si se apuntaba alguien más. El café colombiano es un placer.
Cual fue mi sorpresa cuando la camaronera no me quiso cobrar: “El café no se paga, el café es para dar la bienvenida”. A partir de entonces volvería a sentarme en el pórtico del bar siempre que tuviera un rato libre para conversar con las señoras de Camarones frente un té, un café o una cerveza. El pueblo colombiano es muy abierto y siempre se muestra abierto para charlar. Así me contaron, entre otras cosas, que llevaban tiempo protestando por el agua y que el gobierno les había prometido instalar agua corriente en los próximos años.
Cómo no, al mediodía comimos el típico plato de arroz con camarones (gambas), de ahí el nombre de esta población.

niños colombianos

Esperamos al atardecer para evitar el calor mientras camináramos hacia una reserva Wayuú. Aproximadamente a un kilómetro y medio andando por la carretera Vía al Mar se puede conocer este pueblo indígena que, con casi 600.000 integrantes de 30 clanes diferentes, se extiende por esta península colombiana y parte de Venezuela a partes iguales. A pesar de que su territorio está dividido en dos países por ser muy anterior a la creación de las fronteras, los wayúu tienen una autonomía extralegal, que está recogida tanto por la constitución colombiana como por la venezolana y se caracteriza por el derecho a aplicar sus propias leyes. La historia de los wayúu es bastante curiosa porque, aunque tuvieron contacto con los colonizadores europeos, nunca fueron conquistados por dos razones; los wayúus ofrecían demasiada resistencia y además ocupaban un espacio árido con unas condiciones de vida muy duras. Pero la conquista sí que les influyó negativamente al perder terrenos en donde cultivaban y cazaban, fue entonces cuando comenzaron a criar animales como cabras y ovejas.

Wayúu

niños wayúu

Aquí nos contaron curiosidades sobre su cultura. Por ejemplo, el matrimonio siempre se contrae con una persona de otro linaje y los padres del novio deben pagar una dote a los de la mujer. Los hombres pueden tener varias mujeres, pero resulta muy costoso porque para ello tienen que sustentar una vivienda para cada una de las mujeres y mantener a cada uno de sus hijos. Por eso se considera un símbolo de riqueza y prestigio que pocos pueden llevar a cabo.
Cada uno de los 30 clanes tiene un animal totémico y existe una figura, los putchipu, que son los que ayudan a resolver conflictos entre clanes. Dentro de la familia, la máxima autoridad la tiene el tío materno interviniendo en todos los problemas familiares, además es este el que educa a los hijos en vez del propio padre biológico. Las mujeres son bastante independientes en cuanto a la organización de los clanes y participan mucho en política.
Otro elemento muy importante para los wayúu son los sueños o Laapüt, puesto que creen que a través de ellos se mantienen en contacto con familiares fallecidos que les alertan de futuros hechos. Por eso a ciertos sueños les atribuyen significados, por ejemplo, soñar con culebras verdes quiere decir que hay que cosechar frijoles; ser mordido por un perro se atribuye a un conflicto con los Jayaliyuu que es un clan cuyo tótem es un can  o la pérdida de dientes significa la muerte de un familiar. Pero también los hay que predicen buenos augurios como subir una montaña o bañarse en el mar que indica llegar a la vejez. Por otra parte, cuando un wayúu se despierta sobresaltado inmediatamente va a contar lo que ha soñado a un vidente o O’uulaki que lo interpretará con un significado profético. Además, los temas de las telas artesanales son representaciones oníricas de las mujeres que las tejen.

wayuu

Foto de Juanerregl

 

Pero lo que más nos impactó fue el ritual de encierro al que se someten las niñas. Al llegarle su primera menstruación, la joven debe ser encerrada en una vivienda, en donde aprenderá a tejer, se educara en las labores tradicionales y aprenderá a tener paciencia durante cuatro años. Al terminar el encierro la mujer queda preparada para el matrimonio. Quiero creer que no se trata del todo de un encierro y que la niña sale de la casa de vez en cuando. De todos modos, hoy en día este periodo no suele durar más de un año.

Por último nos mostraron la Yonna, o la danza típica wayúu en que la mujer con una capa roja se mueve imitando al cortejo de un ave que acorrala al hombre al ritmo de tambores.

Al día siguiente nos levantaríamos temprano para iniciar una caminata de una hora por la misma carretera Vía al Mar para visitar el Santuario de Fauna y Flora los Flamencos, a pesar de que no vi ninguna de estas aves. Llegamos a boca de camarones y había dos posibilidades para alcanzar la isla, o bien caminando por el agua puesto que sólo llegaba hasta la cintura o tomar una balsa pagando una pequeña cantidad al remero. Escogí esta última para no poner en peligro mi cámara. Más tarde echarían la bronca a aquellos osados que se habían atrevido a cruzar por el mar, ya que es cuna de enormes y peligrosas mantarrayas. Pensamos que no iba en serio hasta que me encontré una de un tamaño considerable varada en la arena.

caminando por el agua

mantaraya del Caribe

mantaraya

Aquí nos enseñaron cómo cuidaban distintas especies de tortugas para luego liberarlas en el mar. Algunas estaban en peligro de extinción, como la famosa tortuga Carey cuyo caparazón ha sido sobrexplotado para la fabricación de objetos decorativos.

Tortuga carey

Volvimos a cruzar hacia la playa de Camarones en donde nos hinchamos de comer gambas y no paramos de saltar olas. Después del chapuzón encontré un lugar cerca de la playa en donde cabía la posibilidad de tomar una ducha pagando. Hacía días que no teníamos agua corriente y aún nos quedaba viaje por la seca Guajira, así que me vi ante un “ahora o nunca”. Mientras me aseaba bajo un hilillo de agua, los dueños me apremiaban para que tardara poco tiempo: “¡No más de tres minutos, que aquí el agua es oro!”
Una señora me comentó que por qué no había ido al río, que era donde todo el mundo se duchaba con jabón y lavaba la ropa. De mi respuesta no entendió el concepto ‘contaminar’.
Desde aquí espero que Camarones pueda disfrutar pronto de las infraestructuras básicas

isla de Colombia

remero de la Guajira

 

 

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18 comentarios

  • Ana Panizo dice:

    La Guajira es un departamento poco visitado por turistas. Tuve la oportunidad de visitarlo por un reportaje que estaba preparando sobre sus tradiciones y realmente me llevé una grata sorpresa. Cuenta con flora y fauna muy atractiva y su gente es muy amable, como mencionas hasta el extremo de invitarte café sin esperar nada a cambio. Además, la culura Wayúu es muy interesante, los visitantes podemos aprender mucho de su vida en comunidad y del contacto constante que tienen con la naturaleza. Este destino tiene mucho que ofrecer.

    • julia dice:

      Es muy compleja la historia reciente de los wayuu. Tienen, o han tenido, una lucha con las guerrillas, con los paramilitares. Han logrado conservar su territorio. Pero todo es muy duro para ellos. Porejemplo en junio 2017 hacía 3 años que no llovía, por lo que es un desierto y hay problema con el agua dulce. Tuve la impresión que la mujer es muy postergada respecto al hombre. Menos independencia, vender mendigando sus bolsos hechos a mano, con diseños preciosos. Me parece que su vida está lejos de ser color de rosa.
      Saludos, viajeros.

  • JAVIER dice:

    Excelente artículo; dado el enfoque que le has dado estoy pensando en hacer uno similar sobre Bolivia inspirado en éste, espero que me permitas la licencia.
    De vez en cuando te leo, porque me gusta ver que se escribe de viajes en otros paises y este tipo de lecturas son muy enriquecedoras.
    Enhorabuena por el post, en particular, y por el blog en general.

    Saludos de un espanol desde Santa Cruz de la Sierra, Bolivia

  • Martina dice:

    Me gustaría saber como llegaron a allí, ¿es necesario ir como una excursión?

  • jose luis pushaina dice:

    la actividad cultural fue en mi rancheria…

  • jose luis pushaina dice:

    gracias por decir y mostrar las cosas buenas de nuestra comunidad. las fotos de la danza wayuu fue en la rancheria wayuu de tocoromana, y yo les di la bienvenida y la charla cultural…
    que bien q aprendiste algo de nuestra cultura esa es la idea….

  • Iván Castro R dice:

    Excelente. Tanas veces he pasado por ahi, justo hace tres días, siempre he querido desviarme para entrar a Camarones y nunca lo he hecho…Con todo y tener ancestros guajiros. Pero ya se cual será mi próximo destino.

  • Me había saltado esta entrada…un sitio maravilloso.

  • Jesús Martínez, la gente de la Guajira es muy hospitalaria, como bien dices. Anímate a viajar a Sudamérica, si te atrapa y no consigues volver, tampoco sería tan malo, ¿no? Jejeje.

    Luis, suele pasar, a mí menquedan muchas regiones de España por visitar porque creo que para ello tengo más tiempo y oportunidades que para conocer Colombia. Para la próxima serás tú el que me invite al café, ¿ok?

    Anita, una pena, ya te digo. Lo bueno es que éramos muchos y hay un montón de documentos gráficos. En una ocasión perdí las fotos de un viaje largo que hice en solitario así que no podía pedñirselas a nadie… no veas como jode.

    Inés, sus mitos, sus leyendas y su importancia hacia los sueños. Una tribu muy curiosa de Colombia 😉

  • ines dice:

    lo mas maravilloso de la cultura wayyu son sus mitos y leyendas…. y sus comidasss 🙂 muy chevere deseo ir a colombiaa

  • Anita dice:

    Yo tengo una pena enorme, porque entre mis objetos desaparecidos estaba el MEGAVIDEO que hicé a los wayú, a todas las danzas que hicimos y a lo que contaron, a los niños… 🙁 ¡Qué pena!

  • Muy bueno tu artículo Inés!
    Soy uno de los muchos Colombianos que aún no conocemos camarones y me acabas de motivar mucho más para hacerlo!
    Que lástima que ya haya terminado tu viaje por Colombia, espero poderte invitar a un café (o una visita a la plaza de mercado 😉 ) la próxima vez que pases por acá!
    Un abrazo 😉

  • Vero4travel dice:

    Siempre intento evitar mirar entradas sobre sudamerica porque se que lo veo y me apetece muchísimo ir allí, el problema es que se que si voy no vuelvo.

    El post muy completo y no vi en directo el tuit pero lo hubiese comentado la verdad es que son las grandes contradicciones de este mundo.

    También hay que anotar que una gente »pobre» invite a café, eso es de ser muy hospitalario.

    un saludo.

    Jesús Martínez
    vero4travel.com

  • Inés dice:

    Pau, la península de la Guajira fue lo mejor de neustro viaje por Colombia, aún quedan cosas por contar 😉

    Ander, parece mentira que aún haya lugares a los que no lleguen las infraestructuras básicas pero que sí dispongan de ciertas tecnologías. La gente tiene móvil, los niños videojuegos…

    Bleid, ¡anotada queda Colombia!

    De ilusión a recuerdo, no me dio la sensación de que Colombia fuera peligrosa, ha hecho muchos esfuerzos por cambiar durante los últimos años. Puede que también influyera en mi percepción que acabara de haber estado en Venezuela que SÍ es peligroso. Por otra parte, y está mal decirlo, de momento los colombianos me parecen los más amables de Sudamérica con el turista. No dejen de ir.
    Un saludo!

  • Lo único malo que tiene leer post sobre lugares como este es que automáticamente quiero viajar allí ya. ¿Será un tipo de virus viajero?
    Conocimos a una pareja de colombianos en Costa Rica que nos hablaron largo y tendido sobre su país. Nuestra ignorancia de primeras nos hizo empezar preguntándoles «¿pero vuestro país es algo peligroso para los turistas, no?» A lo que ellos respondieron «pero en España tienen ustedes un grupo terrorista que pone bombas, ¿no les da miedo salir a la calle?» Hace reflexionar sobre la visión que de un país se tiene fuera, suele ser errónea casi siempre

    Felicidades por el post

  • bleid dice:

    wowww
    q lugar mas autentico , me lo anoto
    un abrazo

  • Ander Fon dice:

    Si, muy triste el twit.

  • Pau dice:

    Lo tiene todo este sitio, muy curioso 😀

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