Groenlandia

Nuuk: un paseo por la capital de Groenlandia

ganesh groenlandia

Ganesha en Nuuk. Si quieres ver más fotos de Ganesh por el mundo, haz click aquí.

   Como os conté en al anterior post, la visita a la capital de Groenlandia no estaba en absoluto prevista. Al no poder aterrizar en el sur de Groenlandia (aeropuerto de Narsarsuaq), nos desviaron a Kangerlussuaq, otro lugar tan alejado que se encontraba más al norte del Círculo Polar Ártico. Y para añadir más surrealismo y color a la aventura, la aerolínea Air Greenland decidió mandarnos a Nuuk a la espera del vuelo definitivo.

Cabe decir que en Groenlandia no hay carreteras así que la única manera de alcanzar mi destino era por avión. Mi futuro próximo no dependía de mí sino del clima y de las decisiones de la aerolínea groenlandesa. Así que solo me quedaba esperar órdenes o, mejor dicho, relajarme y disfrutar de una visita inesperada a Nuuk, como en La Vida secreta de Walter Mitty.

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Un paseo por la bella Nuuk

   “Bienvenidos a bordo… otra vez.” El vuelo de Kangerlussuaq a Nuuk se repitió porque a la primera no pudo aterrizar debido, cómo no, al clima. En su segundo intento conseguimos hacer tierra ya a las doce de la noche y el trecho caminando desde el avión hasta el pequeño edificio del aeropuerto de Nuuk se hizo muy costoso. Soplaba un fortísimo viento lateral que nos hacía andar inclinados por un costado. Era muy cómico verse a una misma y a todo el pasaje haciendo esfuerzos por caminar en la dirección correcta.

Aunque se tratara de la capital, seguía siendo un aeropuerto minúsculo y familiar. Podía y entrar cuando quisiera a la zona de recogida de equipajes así que decidí ahorrar tiempo haciendo las gestiones necesarias para mi supervivencia: ir a Información para que me contaran lo que pensaban hacer conmigo.

nuuk supermarket spar

Los supermercados en Groenlandia tienen un horario diferente en cada lugar según su población. Pero desde luego que nada abre de noche.

Ahí me dieron un ticket de 125 coronas danesas para comer al día siguiente, la reserva del vuelo definitivo a Narsarsuaq, un vale de reserva de hotel en Nuuk y otro ticket canjeable por un trayecto de ida y vuelta en taxi. Pregunté dónde podía cenar. “Es que es muy tarde, no se puede cenar” – me contestaron. Entre las esperas y los aterrizajes fallidos, no había podido comer nada desde la una del mediodía.

La cafetería del aeropuerto estaba cerrada, las máquinas expendedoras apagadas… y me informaron de que no había nada abierto en la ciudad ni en el hotel. En serio, no había manera de conseguir comida y yo tenía un hambre como para comerme un oso polar. Otra pasajera del avión me escuchó y me regaló unas almendras. Me dio un consejo muy útil para Groenlandia: siempre hay que llevar algo de comida encima porque surgen muchos imprevistos. ¡Qué razón tenía! A partir de entonces llevaría siempre una bolsa de frutos secos que me sacarían de varios apuros como ese.

hotel nuuk room seamen

Mi habitación en el hotel Seamen de Nuuk. Aquí es un lujo dormir sola y no compartir el baño.

Llegué al hotel Seamen y me pusieron una habitación para mi sola con una cama unipersonal y baño propio. Por curiosidad miré en Booking y vi que esa noche costaba 250€ (aunque normalmente su precio es de 150€). Pregunté con poca esperanza si tenían wifi y para mi sorpresa, tenían conexión ilimitada. Ni siquiera era de pago como en Kangerlussuaq. No, esto era la capital y la modernidad había llegado un poco. Así que me enganché y no me dormí hasta la una.

   A pesar de ello me desperté muy temprano de la emoción: ¡No me podía creer que estuviera en Nuuk!, ¡Tenía que salir a ver la ciudad pero ya!
Hacía 9ºC, lo normal en agosto, por lo que me puse unas mallas térmicas y un gorro. Si os interesa, aquí explico cómo hacer la maleta para Islandia y Groenlandia.

nuuk steps

La orografía de una ciudad en Groenlandia sigue siendo salvaje por lo que lo solucionan con escaleras.

nuuk signal

La ciudad está llena de pedrolos como este.

   Desayuné con vistas al puerto y fui a dar una vuelta. Quería ir en dirección al Museo Nacional y seguí la ruta que me recomendaba el móvil. Para ello tuve que pasar por encima de una montañita de rocas gracias a unas escaleras, y sobre otra sin ninguna ayuda. Los groenlandeses son muy hábiles salvando obstáculos. No me extraña, la ciudad está llena de ellos y para acceder a muchas casas hay que tener genes de salamandra (por no hablar de que en invierno se congela y se vuelve resbaladizo). Aquí las viviendas parecen desparramarse sobre el irregular suelo de piedra sin ningún orden aparente. A mí me parece precioso que aun estando en una ciudad, la naturaleza siga estando tan presente. A las personas mayores no creo que les haga tanta gracia.

nuuk

Paseando por Nuuk, es temprano y hay poca gente.

El mapa me indicaba que estaba pasando delante del “centro comunitario” Pilutaq por lo que me metí pensando que se trataría de un lugar donde la gente se reúne para realizar actividades y socializar como había visto en los documentales, pero resultó ser una residencia de ancianos. Me echaron amablemente de ahí. (He encontrado un vídeo de este sitio)
Lo había confundido con una casa comunal. Un edificio que hay en todos los pueblos donde además de pasar el rato, también acude a ducharse la gente que no tiene agua corriente en casa. Otra institución de nombre parecido que da también pie a la confusión es la Kommune, que no es más que el ayuntamiento.

nuuk

El primero de los montículos interurbanos al que me subí.

   Tras salir de este lugar me subí a otro montículo rocoso para ver por donde estaba caminando. Había un banco para sentarse, algo muy habitual en los sitios con buenas vistas. Así pude observar los primeros bloques de edificios que contrastan con las casitas de colores. Continué el paseo prestando mucha atención a los detalles, todo me parecía tan curioso…

Hasta las paradas de autobuses. Estaban cubiertas como cabe esperar en este lugar de climatología cruel. En su interior la gente aprovechaba para colgar anuncios de todo tipo: eventos musicales, exposiciones, compra y venta de artículos, ofertas de restaurantes y otras notas que me eran incomprensibles por estar escritas en perfecto groenlandés.

nuuk bus

Paradas de autobús urbano de Nuuk

   El idioma groenlandés o kalaallisut parece sumamente complicado porque es una lengua polisintética. Esto quiere decir que una palabra puede contener muchos morfemas hasta el punto de que se pueda traducir como una frase entera con verbos y nombres. Por eso se ven palabras larguísimas. Además, las letras que más aparecen son la q y la u. He llegado a ver en un letrero una palabra que tenía cinco úes seguidas.

bus stop nuuk

Interior de una parada de autobús urbano en Nuuk: aprovechan para poner publicidad de todo tipo.

Seguí caminando por la avenida principal y me dio la sensación de estar en una ciudad a medio hacer. Un lugar minimalista que sólo tenía lo necesario para que comenzara a parecer una urbe pues carecía de árboles, aceras o semáforos pero sí presentaba edificios relativamente grandes, supermercados y coches que probablemente tengan un kilometraje bastante bajo: nunca hacen largos trayectos pues ninguna ciudad groenlandesa está conectada a otra por carretera.

nuuk street

Una calle normal de Nuuk.

nuuk cementerio

Cementerio de Nuuk

   Me detuve a observar un mercadillo de amuletos o tupilaqs que se encontraba junto al único centro comercial de toda Groenlandia. Esto sí que era mezclar folclore y modernidad. Según las tradiciones inuit, los tupilaq son monstruos vengadores que fabricaban los chamanes con partes de animales (huesos, piel, pelo, tendones, etc.) e incluso partes tomadas de cadáveres de niños. Se hacían lo más feos posible para que dieran mas miedo.

Después se le daba vida a la figura mediante un ritual. Dicen que el uso de un tupilaq es arriesgado, ya que si ha sido enviado para destruir a alguien que tuviera más poderes mágicos que el que lo había formado, este podría ser enviado de vuelta para matar a su creador.
Hoy en día, se hacen muchos tupilaqs decorativos de diferentes tamaños y formas utilizando el colmillo de narval, madera y cornamenta de caribú.

tupilak market

Mercadillo de horribles tupilaks. Siguen siendo una parte importante de la cultura groenlandesa

   Decidí entonces desviarme hacia una zona de viviendas de estilo soviético porque algo me había llamado gratamente la atención. Se trataba de un mural enorme que representaba a un cazador esquimal. Resultó que por la ciudad hay varias muestras de arte urbano, en el post “el arte urbano de Nuuk” lo cuento más detalladamente. No hay muchos murales o esculturas porque aunque sea la mayor población de la isla, apenas tiene 16.000 habitantes y la ciudad es pequeñita. Pero es muy interesante porque todas sus obras están relacionadas con elementos del ártico como su fauna o las leyendas de los inuit.

arte urbano nuuk

El mural más emblemático de Nuuk

greenland building

No son todo casitas de coloras en cuquis en Groenlandia. Aunque la mayoría lo son.

   Dejé el mapa de lado y me dirigí hacia la costa a ver qué me encontraba. Pocas cosas hay en la vida que me hagan tan feliz como caminar sin rumbo por un lugar completamente nuevo. Crucé por el único semáforo de toda Groenlandia y al poco rato, me topé con el impresionante centro cultural Katuaq. Un edificio muy moderno cuya forma está inspirada en las auroras boreales. Todo lo que le rodeaba era el centro de Nuuk. Había tiendas de ropa de diseñadores groenlandeses que le dan un toque moderno a su ropa tradicional, algún restaurante (nunca falta el de comida tailandesa), sitios de comida rápida, el Banco de Groenlandia, tiendas de electrónica, la Oficina de Turismo de Nuuk… Nunca volvería a ver tal variedad de establecimientos en ningún otro lugar de este “país”.

centro cultural Katuaq

El bonito centro cultural Katuaq, con forma de aurora boreal

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El banco de Groenlandia

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Tienda de ropa groenlandesa. Un jersey como este cuesta 250€

   Seguí rumbo al mar y me senté en un banco colocado estratégicamente para observar el antiguo puerto colonial danés. Aquí estuve hablando con un señor que se encontraba en la ciudad por el mismo motivo que yo: su avión no había podido aterrizar en Narsarsuaq y le habían desviado a la capital. Le pedí que me sacara una foto. Como podéis ver, tenía una sonrisa de oreja a oreja. Si me hubieran preguntado en qué lugar del planeta me gustaría estar hubiera contestado que ahí mismo. ¡Me encontraba en el país que mas ganas tenía de visitar del mundo y lo estaba disfrutando muchísimo!

nuuk groenlandia

No me cabe la sonrisa en la cara 🙂

nuuk city greenland

El puerto antiguo de Nuuk

   Esta ciudad la fundó el misionero noruego-danés Hans Egede en 1728. Por entonces se llamaba Godthåb hasta que le cambiaron el nombre por Nuuk en 1929.
Con Egede se comenzó la colonización del lugar bajo la corona noruego-danesa. Los primeros años fueron terribles porque hubo una epidemia de viruela que se llevó por delante a la mayoría de la población inuit, y con la de la esposa del propio Egede, el cual regresó a Noruega poco después. Sus hijos continuaron con la evangelización de Groenlandia: hoy en día el 95% de la población es luterano, que es una de las principales ramas del cristianismo protestante. En el puerto antiguo de Nuuk todavía se erige hoy en día la casa amarilla de Egede que es obviamente el edificio más antiguo de la ciudad.

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La casa más antigua de Nuuk

   Enfrente se situaba la catedral de Nuuk de color rojo por fuera y blanco con escasa decoración por dentro. Toda esta zona era el casco antiguo de Nuuk y no podría ser más encantador: casitas de colores distribuidas por las colinas. Los jardines estaban abiertos y la gente aparcaba las bicis por donde quería. Estaba en un lugar donde nadie roba nada y jamás cogen algo que no sea suyo. Si te olvidas un objeto en un sitio y vuelves al cabo de unas horas, te lo encontrarás exactamente en el lugar en el que lo dejaste.
Los perros salían a dejarse acariciar. Entiendo que en un lugar como este su labor no es la de guardar la casa. Probablemente ni la cierren.

greenland church

nuuk church

La Catedral de Nuuk o la Iglesia de Nuestro Salvador (en groenlandés: Annaassisitta Oqaluffia)

  Como colofón del paseo me subí a la última colina, la que albergaba la estatua de Hans Egede y ofrecía la mejor panorámica de la ciudad. Hacía mucho sol y comencé a tener calor… sí, puedo decir que he pasado calor en Groenlandia.
El resto del poco tiempo que tenía en Nuuk lo pasé en el Museo Nacional. Todo el mundo me lo había recomendado y me alegro mucho de haber ido. Hacía mucho que no visitaba un museo cuyo contenido me interesara tantísimo. Toda una exposición dedicada al mundo inuit: a los esquimales antiguos, a su periodo vikingo, su etapa danesa y su presente groenlandés. Todo estaba muy bien explicado en tres idiomas (danés, groenlandés e inglés) y tocaba muchísimos palos diferentes de su cultura. Incluso había una zona infantil y hasta unas momias de verdad. Todo un descubrimiento. Lo que aprendí en el museo nacional de Groenlandia os lo contaré en el siguiente post para que no se haga muy largo.

Vistas desde la estatua de Hans Egede

Vistas desde la estatua de Hans Egede

nuuk

Vistas desde el extremo del casco histórico de Nuuk.

Junto a la estatua de Hans Egede me encontré a dos amigos que no habían tenido la misma suerte que yo. Mientras yo había podido pernoctar en Nuuk, ellos se habían quedado en Kangerlussuaq y por la mañana les habían mandado a la capital para tomar el mismo vuelo que yo a Narsarssuaq.
Venían caminando del aeropuerto así que les ofrecí volver conmigo al hotel y tomar juntos el taxi al aeropuerto. Por desgracia una vez ahí se me cayó el vale del taxi bajo el suelo del hotel y no hubo manera de recuperarlo por lo que hice esta foto con el fin de enseñarlo en Información y que me dieran otro ticket. Mi estrategia funcionó.

hotel nuuk

¡Hasta luego, ticket del taxi!

   Por el camino el taxista me dijo que si quisiera, seguro que podría conseguir un trabajo como maestra de español porque no tenían ni un profesor nativo pero sí que había gente estudiando el idioma. Sólo tendría que hablar con la universidad.

   Me preguntó cómo eran las ciudades en España. Le conté que en ellas no había montículos ni rocas y que todas las calles tenían árboles a los dos lados. «No me lo puedo imaginar, ¡las ciudades deben verse rarísimas ahí!», me contestó.

inussuk nuuk

Inussuk: monumento de la «independencia» de Groenlandia

nuuk

La iglesia y la casa del fundador de Nuuk

nuuk buildings

Antes esas siete torres eran un solo edificio, una cosa monstruosa que demolieron en 2012

nuuk center

Encantador rincón del centro histórico

nuuk

¡Quién pudiera vivir en un sitio así! Claro, que habrá que verlo en invierno…

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