Recuerdos de viaje: 8 cosas que coleccionan los viajeros
¿Qué recuerdos coleccionan los viajeros?
De todos los viajes traemos a casa experiencias y recuerdos, pero en ocasiones precisamos de un elemento material para reforzarlos, para que duren más tiempo: no es casual que a estos objetos adquiridos en el lugar de vacaciones se les llame “recuerdos”.
En los viajes su elección se encuentra limitado por el escaso espacio libre que acostumbramos a tener en nuestros equipajes pero finalmente siempre consigo que haya un hueco para mi tazón de desayuno de turno. Así que me ha picado la curiosidad porque estaba segura de que no era la única que conserva recuerdos por casa (de los de la tercera acepción en la RAE). He preguntado por la blogosfera viajera y éstas han sido las respuestas:
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1. BOLAS DE NIEVE
«Empecé coleccionando tazas viajeras pero un día me di cuenta que ya no tenía nada que hacer con ellas y aunque sigo comprando tazas, no tantas como antes y no me preocupa tanto comprarlas cuando viajo. Lolo que sí colecciono y me encanta hacerlo son las bolas de nieve o water globes. Es una colección que comencé con mi primer viaje a Nueva York. En un documental vi como la presentadora compraba una de estas bolas en una tienda. Una bola preciosa, con todo lo más conocido de Nueva York en su interior y yo, que no soy «influencer» pero si soy muy influenciable, me dije: «Esto lo tengo que comprar». Y así, año tras año, viaje tras viaje, la colección de recuerdos va aumentando y actualmente ni sé cuantas tengo. Distribuidas por toda la casa tengo a Tallin, Riga, Nueva York, San Francisco, Las Vegas, Helsinki, Machu Picchu, Praga, Viena, Budapest, Holanda entera, Brujas…. y me maravilla verlas y sentir que tengo un cachito de esos países, de esas ciudades, en mi repisa».
María de Callejeando por el Mundo
Twitter: @callejeando_bg
2. OBJETOS CON HISTORIA
“Me gusta la Historia y desde mi más tierna infancia he buscado la vitalidad de los objetos que tienen cierta antigüedad. En cierto modo cuando muelo café en un viejísimo molinillo que tengo en casa y que nació con el siglo XX me imagino las personas que antes que yo lo utilizaron, el lugar que escogieron para ponerlo y la cantidad de momentos en los que, de una forma u otra, ha formado parte. En mis viajes por el mundo trato de rebuscar recuerdos de la tradición, incluso de la guerra, y en general de los avatares que tienen cierto sentido en la memoria de un país. A bote pronto me viene a la cabeza un objeto muy preciado para mí que adquirí en Key West, la última isla de los Cayos de Florida, donde en sus cercanías se hundieron numerosos navíos de los tiempos de las colonias y el comercio entre Europa y América. Concretamente se trata de un real de a ocho de plata con la efigie de Carlos III que formó parte de la partida de un bergatín de nombre “El Cazador” con el que se trataban de sofocar las arcas vacías del Estado de Luisiana en el sur de Estados Unidos, entonces parte de España. El barco repleto de monedas de plata acuñadas en Veracruz (México) desapareció en su trayecto a la costa norteamericana. Este desastre impediría que llegaran fondos suficientes para conservar un inmenso territorio que sería cedido a Francia y posteriormente malvendido a Estados Unidos, lo que agrandaría aún más si cabe a esta nación de nueva creación. No sería hasta el año 1993 cuando se diera casualmente con el pecio hundido y se comprendiera el misterio de El Cazador. Quién sabe qué hubiera pasado si ese dinero hubiese llegado a tiempo.
Esa historia, precisamente es la razón por la que el coleccionismo forma parte de mis viajes. Queramos o no podemos tocar la Historia con la yema de los dedos.”
Sele de El Rincón de Sele
Twitter: @Elrincondesele
3. IMANES
“Empecé a coleccionar imanes desde el primer viaje que hice con una amiga fuera de España. Fue en Londres, quería traerme un recuerdo de allí, vi un imán muy chulo y ¡adiós, comenzó mi perdición! A partir de ese viaje empezó la imán-manía un poco de forma fortuita. Posteriormente fui contagiando terriblemente la fiebre loca de los imanes a mis allegados. El primer contagiado fue mi novio (con él creé el blog) y luego mis amigos, todos nos traen un imán de sus viajes. Colecciono tanto imanes de mis viajes como imanes regalados. Mis preferidos son los que tienen formas raras y originales. El problema que tengo es que esta adicción se me está yendo un poco de las manos y soy increíblemente pesada para escogerlos. Actualmente tengo unos 100 imanes, antes los tenía todos en la nevera, ahora me he comprado una pizarra magnética (bueno dos, y ya está en camino la tercera). Quien me conoce sabe que considero mi colección de imanes como mi gran tesoro, sobre todo si tengo que realizar una mudanza, ¡imagínate cómo me las ingenio para que no se me rompa ninguno! A veces llego a pensar que estoy algo loca, pero mi tratamiento es seguir viajando y comprando más.”
Regina de Imanes de viaje
Twitter: @Imanesdeviaje
4. DEDALES
“Mi colección empezó allá por el año 1997 a lo largo de una vuelta a España que di en compañía de un amigo. Ni siquiera recuerdo como empezó el tema de los dedales, no sé si me gustó alguno y ya seguí, o si fue un regalo. Sé que cuando vivía en Madrid y hasta que vine a vivir a Barcelona tenía una colección de unos 50 dedales que perdí en el traslado.
Una vez en Barcelona y tras comenzar a viajar de nuevo, empecé la colección que actualmente llega a unos 130 y se complementa con alguna pequeña figurita que coloco en una gran casa de madera.
Tengo dedales de unos quince países y un gran número de ellos me los han traído amigos y familiares cuando viajan a cualquier punto de España o de fuera. Es curioso cómo son capaces de acordarse de mi colección y cuando menos me lo espero me dicen, ahhh, ¡y tengo algo para ti!
Los hay de vidrio, madera, palmera, plata, cerámica…, de todas las temáticas posibles y algunos realmente grandes.
Es lo primero que ven mis visitas y la gente que viene a casa, y les hace mucha gracia a nuestros huéspedes de Couchsurfing. Es mi manera de recordar aquellos lugares en los que he estado y además ocupan poco en la maleta y pesan poco.
No compro en todos los lugares que voy porque ya no me cabrían en casa, intento coger aquellos que sean temáticos o generalistas, aunque tengo algunos que me ha sido imposible no traer para la cole» 🙂
Eva de Dónde vamos Eva
Twitter: @Evapm
5. TETERAS
«La primera fue en Marruecos, para ser honesta las dos primeras empezaron en Marruecos 😉 hace ya medio siglo pues creo que fui en el año 1997, me encantaron y como pensaba en tener mi propia guarida algún día, las cogí.
De ahí no recuerdo la siguiente pero tengo de Mexico, de Thailandia, de Berlín, de Japón,alguna regalada de aquí, de Jordania, de Toledo, etc. No todas las uso, pero sí que las infusiones las sirvo en muchas de ellas: ya que las tengo, sería una lástima no hacerlo. En mi casa está prohibido acumular cosas que no se usan al estilo de la gran cubertería de «ocasiones especiales». ¡Aggggggg!
Como anécdota hay dos: la primera sería una tetera que es súper pesada pero que me enamoré de ella en un mercado en Bangkok y después de un intenso regateo decidí llevármela… el problema era que tenía que llevarla en mi mochila durante 24 días más por todo el país. Viajaba con una amiga en esa ocasión y cada vez que recordamos la tetera nos pegamos una buena risa y nos servimos un te en ella (podéis ver la foto de la culpable).
La otra historia es que ahora ya todo el mundo conoce mi afición y cada vez que viajo con mi pareja o algunos amigos, se van riendo cuando vemos alguna tienda de teteras, y yo pongo cara de «lo estoy dejando»… Aunque de vez en cuando cae alguna especial.»
Gonçalo y Tina de Noskamins
Twitter: @Noskamins
6. LAGARTOS
«Cuando digo que colecciono lagartos y cocodrilos la gente suele pensar otra cosa. No, los míos no se mueven, y aunque algunos enseñan los dientes, tampoco muerden. Son de cualquier material: cerámica, terracota, metal, madera, resina, goma, tela y hasta peluche. Empecé a reunirlos hace unos ocho años, pero no fue de forma premeditada. Siempre me han gustado estos reptiles por su silueta, así que no es de extrañar que comprase algunos en varios lugares, hasta que me di cuenta de que tenía un pequeño grupico… lo que parecía ser el origen de una colección. Los amigos también empezaron a regalarme algunos cuando iban de viaje, y en fin, ya no había vuelta atrás. Actualmente tengo unos 40 (en la foto sólo hay unos pocos) y como se puede ver son de tamaños, formas y estilos muy variables.»
Javier de Lagarto Rojo
Twitter: @lagartorojo13
7. PARCHES DE MOCHILA Y ETIQUETAS DE CERVEZA
«En uno de los primeros post de mi blog conté mi casi obsesiva necesidad de coleccionar cosas. Un bicho que me picó desde pequeño y que, al parecer, sigue afectándome a punto de cumplir los treinta. Desde que viajo más a menudo, mi relación con lo material ha ido evolucionando mucho; sin embargo, el viaje no ha neutralizado totalmente el virus y desde hace unos años he vuelto a atarme a un ritual que intento respetar en cada nueva aventura. Primero fueron los parches: la clásica decoración con la que muchos valoran a otros viajeros. Banderitas y escudos de países y ciudades están llenando poco a poco también mi mochila, para alegría de mi abuela que es la encargada de coserlas.
Luego llegó la cerveza; bueno, la cerveza ya había entrado en mi vida hacía muchos años. Pero el año pasado, en Nicaragua, un día guardé la etiqueta de la cerveza Toña que estaba tomando. A partir de ahí hice lo mismo en cada país centroamericano: Imperial costarricense, Pilsener salvadoreña, Salva Vida hondureña, Balboa panameña y Gallo guatemalteca. Por despistado, se me olvidó coger una de Belice. De repente, y casi sin quererlo, había empezado otra colección. Como si la memoria y las fotografías no fueran herramientas suficientes para recordar un viaje, decidí quedarme con parches y etiquetas. Por lo menos no pesan, son baratos y no se rompen.»
Jack de Libertad Viajera
Twitter: @LibertadViajera
8. TAZONES
«De momento mi colección de tazones no es muy grande porque la comencé en mi viaje a Rotterdam hace sólo tres años. Además, de vez en cuando alguno se me cae al suelo y se rompe, pero eso es un riesgo que existe con casi cualquier objeto que traiga. La idea me vino cuando me regalaron uno en esta ciudad holandesa. En aquel momento me pregunté, ¿y por qué no traigo un tazón de cada viaje? Al fin y al cabo son baratos, no ocupan mucho, los hay en todas partes y son útiles. Por otra parte me permiten recordar un poco los viajes mientras desayuno en casa. Tengo tazones de Guatemala, Las Azores, Madeira, Noruega, Canadá, Estados Unidos, Bosnia, Rumanía, etc.
Al principio se me olvidaba comprar uno en muchos viajes pero últimamente lo hago siempre que salgo al extranjero.»
Yo, Inés, la autora de este blog
Twitter: @Misviajesporahi
Si te ha gustado este post colaborativo, no te pierdas “20 platos del mundo con los que sueñan los viajeros” y “10 prendas (a)típicas del mundo”
¿Y tú?, ¿coleccionas algo de tus viajes? ¡Cuéntanos!
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Yo recomiendo el seguro de viajes de Mondo: ofrecen una serie de productos para que no pases el mal rato de tener que analizar cuál le conviene más (si tendrá o no las coberturas que necesita, si será suficiente, etc). Ellos hacen el rastreo por ti y en función de tu tipo de viaje te recomiendan el seguro más adecuado (según el destino, la duración, el tipo de viajero, presupuesto, etc). También se pueden incluir otras garantías como cancelación, deportes de aventura o material informático. Para más información, puedes mirar aquí y obtendrás un 5% de descuento.
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Yo colecciono llaveros, Y tengo para intercambiar. Si alguien quiere intercambiar LLaveros q se ponga en contacto conmigo. coleccionistadellaveros@hotmail.com
Yo colecciono cucharitas de cada lugar que voy pero no se como lucirlo en mi casa
yo colecciono fotos de vaginas de mujeres con las que he estado durante mis viajes.
Seguro que sí! 😉
Hola viajeros…yo colecciono bolas de nieve…tengo 189 …llevo algunos años coleccionandolas desde que trabajaba en cruceros y paraba en muchos sitios…ellas son mis tesoros materiales…se las heredare a mis hijas que tambien les esta gustando este hobbie…tengo de muchos lugares maravillosos y ahora compro en.internet las edición coleccionista o las antiguas que venda la gente…las amo
En mi caso yo soy de las que coleccionan parches para su mochila!! 😀 Es el recuerdo perfecto: No pesa, es barato, y te acompaña en cada viaje y te sirve de recuerdo de experiencias pasadas.
Esto me recuerda que tengo que coser los parches que compré en Canarias antes de salir de viaje para Camboya 😀
Siempre cae algo, taza, iman, dedal para mi madre. También cucharillas ….. pero a nosotros lo que nos gusta es traernos algo que nos recuerde el viaje por su presencia continua. Puede ser un cuadro o el año pasado en Costa Rica ….. Una tabla de cortar queso y embutido. Me acuerdo de Costa Rica cada noche. Jajaja
Saludos,
GranPumuki
Las mías son las tazas, lugar en le que me paro lugar del que me llevo una taza, creo que si es de lo que más colecciono de cada viaje, me encanta ir y venir de cualquier nuevo lugar que me lleve mi membresía Fiesta Americana Vacation Club, una experiencia super recomendable con ellos
Yo siempre acabo comprando una bola de nieve para mi colección, tengo ya más de 40 de mis viajes y de los viajes que hacen mis amigos y familiares, aunque no siempre es fácil encontrar en todos los sitios. También colecciono las tarjetas de visita de los restaurantes a los que vamos.
Un post muy chulo!
Hola, tengo muchas tarjetas de visita de diferentes temáticas que cambiaria por calendarios de bolsillo.
Respóndeme si te interesa cambiar.
Saludos
Hola:
Tengo tarjetas de visita que daría a cambio de sellos.
Si estás interesada/o en el intercambio mi e-mail es:
lmmggarlitos@gmail.com
Un saludo.
Mi chico se compra una cerveza en cada país al que viajamos. Cuando tenemos invitados en casa disfruta mucho enseñando su rincón favorito con toda su colección 😉
Antes solía hacerme con un vestido tradicional del lugar que visitaba, pero cuando una lleva una vida errante es complicado hacer la mudanza cargando con la ropa habitual, el ao dai, el yukata, el sari… casi que lo dejé…
Pues esa es muy interesante! Además siempre puedes darle un uso en Carnaval 😉
Muy buen post. La verdad que los parches es difícil de encontrar (muy difícil en muchas ciudades). Hoy en dia la mayoría coleccionamos selfies de los lugares mas importantes de cada ciudad 🙂
Saludos. Mar.Villas
Hola Inés: desde hace unos años atrás comenzamos a coleccionar imanes de las ciudades que visitamos y los tenemos en el refrigerador, aunque somos unos novatos comparados con los coleccionistas de tu post! Como soy profesora, ahora me dio por hacerme un estuche con lápices y útiles «escolares» de los lugares a los que voy. Ya tengo una regla polaca, lápices grafito de praga, un estuche ruso, una pluma francesa.. continuará!
Saludos desde Moscú!
yo siempre compro una figurita de lo más típico y un iman. Me quedo con un billete o monedas segun el costo y los chulas que estén. A mi madre le tengo la estanteria llena de figuritas de cristal y a mi hermana vasos de chupito. Para los amigos cualquier pego barato :D.
Vasos de chupito, los hay en todas partes y ocupan poco. Me gustaría que se me hubiera ocurrido antes!
Muchas gracias Inés por incluir nuestra colección de imanes!! Cada vez que veo la foto pienso que se me va un poco la pinza jeje!! Ahora después del viaje de Juanra a la costa oeste de EEUU sí que no me queda ni un solo hueco en las pizarras :S. Comprarme otra creo que ya sería excesivo ¿no? Jeje
Un saludo y gracias!!
Siempre mejor una camiseta! Aunque no está mal lo de los tazones.
Mapas y planos sobre de esos que dan en gratis en las oficinas de turismo o tiendas. Es imposible deshacerme de ellos.
Felicidades por el post.
te entiendo perfectamente, no puedo tirar mapas, tickets de compra ni entradas de monumentos o museos… tengo cajas llenas…
Lápices, tazas, postales, imanes, camisetas… Y otros varios…
pues yo soy muy típica, siempre me traigo una postal de los lugares donde he ido, unas amigas siempre me mandan alguna vuando viajan.siempre le traigo un iman a mi madre.
Yo colecciono delales, estampillas, badges(emblema?) y pequenitos monumentos de metal 😉
Genial el artículo y es que, como tu dices, esos objetos nos transportan al lugar donde lo adquirimos y hace que recuerdos de los viajes vuelvan.
Gracias por incluirnos en este post
Saludos viajeros
Yo colecciono cajitas e imanes. Y antes también paragüas, pero abultan mucho y como en Madrid casi no llueve abandoné esa colección…
Yo colecciono cajitas e imanes de cada páis por el que paso. Y coleccionaba paragüas, pero ya no se donde meterlos y encima en Madrid llueve poco, así que los abandoné…
Yo colecciono bufandas del equipo de fútbol si sólo visitó la ciudad o de la selección si voy por varias ciudades. En países donde no encuentro, compro la bandera nacional o algún telar pequeño. Y todo colgado en la pared de mi habitación.
Muy original!
YO colecciono lapiceros
Es buena idea, desde luego ocupan menos en la maleta que mis tazones 😛
Hola, yo colecciono tazas de Starbucks de las ciudades o paises, imanes y llaveros!!!! 🙂
Vi esas tazas con el skyline de NY y Montreal. Son muy chulas! La de Rotterdam que puedes ver en la foto es del estilo. Enséñanos foto!
También soy de las incondicionales de Starbucks! Jajaja.
Marta
Hola. Yo colecciono tazas de starbucks con el nombre de ciudades o países. Sabes si hay un sitio o un club de coleccionistas para intercambiarlas? Te agradecería la información.